El gran arquitecto
Para el ejercicio que viviremos, mañana será un día histórico. Se sabe que, entre los invitados especiales, está la visita de Claudia Sheinbaum, precandidata única de Morena. En ese sentido, está confirmada su asistencia a la Plenaria de Senadores del partido guinda. Será un momento coyuntural clave por el respaldo que recibirá la abanderada del lopezobradorismo a un mes de que se oficialice el arranque. Sabemos, con exactitud, que también se darán cita algunos personajes de mucho nivel político, como la titular del despacho de gobernación, Luisa María Alcalde.
Quien por supuesto no puede faltar, es el Senador y coordinador de los trabajos territoriales, Ricardo Monreal Ávila. Dado lo que representa como legislador y una pieza clave del engranaje del movimiento, los reflectores apuntan a él. No será quien lleve los trabajos de organización en la fracción, pero sí el líder indiscutible. Recordemos que, hace unos meses, Monreal cedió el bastón de mando para ir en busca de la nominación para la presidencia de la República. A partir de ahí, entregó la batuta a Eduardo Ramírez. Sin embargo, él sigue siendo el protagonista principal, el referente y el guía de los trabajos. No podríamos entender o no tiene sentido, claro está, una plenaria sin la presencia del zacatecano.
A él, de hecho, debemos reconocerle la labor tan significativa para construir las condiciones y tomar decisiones que, desde la perspectiva de transformación, asumieron ese rol protagónico de ser el gran sostén de la política pública de nuestro país. Por esa razón, Monreal es parte esencial en la edificación del programa de la 4T.
Luego de tener en la mano el itinerario de actividades de la plenaria, el nombre de Ricardo Monreal, como el referente de mayor peso, aparece en el primer plano. Tan es así que, pese a no tener la coordinación por razones obvias, todos los reflectores, como es una costumbre en el Senado, se inclinan por él. Y como no sí— una voz que ofrece un abanico amplio de concepciones de gran nivel— optimiza la calidad de la información.
De hecho, la mayoría de los senadores se agrupan siempre a su liderazgo. Por ello, en términos legislativos, Ricardo Monreal es el gran arquitecto. Dentro de estos cinco años de quehaceres, tramitó, cabildeó, negoció y llevó a la práctica una serie de iniciativas de gran interés para el presidente López Obrador. Eso hizo posible— incluso en los momentos de mayor presión— sacar la agenda adelante y, de paso, afianzar su liderazgo como guía.
Es verdad, las condiciones políticas han cambiado; tenemos una lista larga de senadores que han solicitado licencia. Otros, por ejemplo, han decidido irse a otra fuerza. De esta manera, la perspectiva ha dado un giro total. Sin embargo, el mismo Monreal, fiel a su estilo, confía en que el diálogo siga alimentando los puentes de interlocución con las demás fuerzas, pues, en una semana más, llegarán las propuestas del ejecutivo para modificar el marco constitucional. La plenaria, de hecho, servirá de mucha ayuda para apuntalar la organización y planeación que habremos de seguir de cerca, especialmente por la importancia que tiene.
No sé si Ricardo Monreal tomará la coordinación de senadores una vez que Eduardo Ramírez solicite licencia para ir en busca de la gubernatura de Chiapas. Puede ser. Si no es así, su liderazgo seguiría intacto y, por supuesto, más sólido que nunca. Él, de hecho, continuará jugando al más alto nivel político no solamente como referente, sino como líder moral. Es decir, continuará imponiéndose como el máximo protagonista y, a su vez, como estratega crucial para el triunfo inminente de Claudia Sheinbaum. Es, no hay duda de ello, el gran arquitecto que mañana, en primera fila de la plenaria, estará acompañado a la futura presidenta constitucional de México.