Espacio recreativo en distribuidor vial de Mil Cumbres da vida al lugar
MORELIA, Mich., 25 de enero de 2024.- Estuvo muy bien pensado armar el espacio del bajo puente del distribuidor vial de Mil Cumbres, porque permite la convivencia y el paso tranquilo de los peatones, externó Mizraím Cárdenas, artista visual y académico de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), de la UNAM campus Morelia, quien fue el encargado de llevar a cabo la obra artística en ese lugar.
"Estas acciones se llamaron Trabajos del bajo puente, expuso el artista a Quadratín, y estuvieron muy bien pensados porque es un área hecha para que la gente pueda caminarlos, pueda convivir, y está muy bien iluminado", indicó.
Estuvo muy bien pensado cómo darle vida a este lugar, porque no es como estos espacios cuando se hace un distribuidor o un puente o este tipo de cosas, que hasta dan miedo, externó e indicó que lo que le llevó a hacer este trabajo es su actividad en la obra pública.
"De esculturas vengo haciendo desde que entré con Alfredo Zalce, era un taller multidisciplinario, y cuando llegas a un taller así empiezas con el dibujo y terminas haciendo escultura, y en este caso con el maestro se llegaba hasta hacer esmalte para joyería o cosas así, entonces la escultura ha estado muy ligada a mi producción", detalló el artista.
La intención en el bajo puente fue buscar un elemento perdurable, de poco mantenimiento, y que también tenga un sentido estético, "pero además que tenga una fortaleza como propio elemento, que no sea un elemento que llegas y te recargas y ya se ablandó, dos o tres veces y se cae".
Es por ello que lo que se trabajó ahí fue con placa metálica y mosaico, en el sentido de que si llega a ser vandalizado, el propio material permita ser limpiado de manera fácil, explicó.
En las obras del bajo puente se utilizaron placas metálicas con óxido, y para el color utilizaron incrustaciones de mosaico, que es un color permanente y durable, "con eso, si hacemos una combinación hasta de lenguaje, el color que hemos utilizado es un naranja que va muy bien con el óxido, entonces esto también lo que permite es un fácil mantenimiento, una limpieza fácil; se ponen cosas, nomás llegas con un solvente y se limpia, y si está muy marcado eso se lija y se vuelve a oxidar de manera natural el metal".
Pero también hay que permitirle a la obra esa intervención, expuso el académico, porque a fin de cuentas tampoco es algo que le quite, demerite o genere otro discurso de la obra, porque ya tiene una forma, y lo que tiene son todos estos elementos que la hacen parte del entorno.