Un riesgo para el peatón, cierre de retorno en Mártires de la Plaza
MORELIA, Mich., 11 de enero de 2024. - Usuarios del crucero en Periférico y avenida Mártires de la Plaza coinciden que el cierre del retorno representa un gran riesgo para el peatón, ya que los automovilistas no respetan el semáforo y a veces ni a los oficiales de Seguridad Vial.
Con los cambios iniciados por la Secretaría de Comunicaciones y Obra Pública (SCOP), el semáforo ha quedado en desuso, porque el flujo de los coches está controlado por los oficiales de tránsito, quienes exponen su propia vida para conseguir que se detengan los automovilistas y dejen pasar al peatón.
Quadratín realizó un recorrido en el sitio del conflicto y así respondieron los usuarios.
“La verdad está un poco peligroso porque vienen alta velocidad en esta zona”, “ayer venía de trabajar, un tránsito intentó parar un taxi, pero se nos vino ya casi me atropella”, “los carros no respetan el alto ni el peatón”, y “los coches no se detienen incluso a los oficiales han querido llevar”, fueron las expresiones de José Alfredo, Fernando, Martha y Norma.
Además de coincidir en el alto riesgo que representa para todos, María Antonia enfatizó que es peor para las personas adultas mayores.
“Es muy riesgoso cruzar para personas que somos mayores, porque los automovilistas vienen a gran velocidad”, indicó.
Y si bien con los agentes de tránsito, “hay más respeto al peatón por los policías”, a decir de Fernando, también estos se encuentran expuestos a sufrir algún percance, como el acontecido a inicios de semana en Camelinas y Morelos Sur.
Junto a los adultos y los oficiales, otro sector expuesto son los niños y niñas que cruzan de la mano de sus padres a la hora de entrar a clases.
“Nosotros llevamos al niño al preescolar, en la mañana los carros no respetan, así vean a la gente o a los mismos oficiales; hay ocasiones en que los detiene casi a fuerzas”, comentó ante las cámaras de Quadratín Javier de Jesús, padre de familia.
La queja pudo ser verificada por Quadratín, los coches conducen a exceso de velocidad y pese al silbato constante de las y los policías, que levantan la mano, que viste su traje fosforescente, muchos frenan de último momento, como si esperaran un milagro para no frenar.
Pero con todo y las manifestaciones e inconformidades, la obra proyectada continúa y el cierre no tiene cambios, hasta ahora.