Exponen Mariano y Juan Magaña sus obras en Acámbaro, Guanajuato
ACÁMBARO, Gto., 22 de diciembre de 2023.- Los pintores michoacanos Mariano Magaña Lemus y Juan Rafael Magaña González, padre e hijo, expondrán a partir de este viernes, penúltimo del año en curso, medio centenar de acuarelas, óleos y carbonillos en el Museo Dr. Luis Mota Maciel, de Acámbaro, Guanajuato. La inauguración será en punto de las 18 horas y la entrada es libre y gratuita para todo público.
Pieter Brueghel, Filippo Lippi, Roberto Matta y Mariano Fortuny son nombres de pintores destacados en la historia del arte, que, cada cual, le heredó a uno de sus hijos su nombre, rasgos físicos y su talento artístico, con la singularidad de que siempre los primeros alcanzaron más prestigio que los segundos, aunque no todos fueron mejores que sus descendientes.
Hoy, nosotros, en el 22 de este meteórico diciembre, hemos sido convocados para un encuentro con dos universos pictóricos que cuentan con la peculiaridad de tener como autores a un progenitor y a su primogénito. El primero es Mariano Magaña Lemus, acuarelista muy experimentado y, el segundo, es Juan Rafael Magaña González, joven talentoso que experimenta en las técnicas del óleo y el carboncillo.
Padre e hijo que transitan creativamente por senderos diferentes e indagan en géneros pictóricos contrastantes, en virtud de que uno es principalmente paisajista y, el otro, permanentemente coloca sus acentos en alegorías surrealistas en torno a la figura humana, casi siempre femenina. Mariano, pictóricamente hablando, es naturalista; y las obras de Juan Rafael surgen de ideas abstractas, es decir, más conceptuales.
Dos nombres, dos creadores, dos exposiciones y un mismo ADN creativo. Mariano no solamente es el progenitor de Juan Rafael, sino también el maestro de su ABC en la pintura. Ambos comparten la singularidad de que, luego, acogieron el autodidactismo y se desligaron de los manierismos de quien les transmitió sus primeros conocimientos.
De Mariano Magaña se debe decir que es un artista versátil muy exitoso. Discípulo destacadísimo de Miguel Agüero Rojas, sacerdote y creador brillante de paisajes a la acuarela, al que le aprendió todo lo que él sabía, para luego encausarse a estructurar su propio yo artístico y alcanzar tan altos niveles que lo llevaron a “adueñarse” del Salón Estatal de la Acuarela en Michoacán, premio que ganó en varias ocasiones, con lo que estableció que “el alumno superó al maestro”.
Mariano es originario del municipio de Puruándiro y Juan Rafael del de Áporo. Los dos son michoacanos.
El papá es un maestro en el tratamiento de la luz, puntual en el dibujo, sólido en la composición, pulcro, nítido y dueño de una paleta muy amplia y vibrante. El hijo se destaca ya como un creador de amplias posibilidades que no abandona la búsqueda, que va rumbo a sus mejores encuentros, que con todo y que no ha hecho de la pintura una prioridad profesional se construye un horizonte muy halagüeño.
Precisa una máxima que quien expone se expone. Y es verdad, porque queda expuesto al escrutinio público de los espectadores y al particular de los críticos. Sin embargo, en este caso, Mariano Magaña recibirá muy buenos juicios y apreciaciones, porque sus más de veinte paisajes y los dos retratos que presenta son muestras fehacientes de su maestría en la acuarela. Y Juan Rafael saldrá bien librado, en virtud de que sus alegorías surrealistas al óleo y al carboncillo lo colocan como una gran promesa que, de insistir, habrá de construir a un gran artista. Enhorabuena para ambos y… Así sea.