Hablando en serio
“La ciencia y Dios”
El diálogo con mi hijo se profundizó: -Papá, <me dijo>, probar la existencia de Dios es tan improbable como probar su existencia.
P- No lo sé, hijo, pero te comparto, yo parto de la incapacidad que tengo para explicar la existencia y el orden del Universo a partir de la nada o de la casualidad.
H- Bueno, padre mío, lo primero que argumentaría es que la teoría de que antes del Big-Bang era la nada, como el cuento de Adán y Eva, el de la palomita y muchas otras “verdades” religiosas y científicas en la historia de la humanidad, caducaron, el asunto del Big-Bang y el inicio del Universo se cayeron con las últimas observaciones del telescopio “James Webb”, hasta hoy el telescopio más moderno y potente que con un costo de $10,000 millones de dólares ha construido la humanidad; que nos permite ver más allá de nuestro universo, al grado de que hoy ya tenemos una teoría sobre múltiples universos. En segundo lugar argumentaría que tu incapacidad para entender, tu ignorancia o la ignorancia de la humanidad, no es argumento para explicar la existencia de dioses, eso sí, lo es para inventarlos, no olvidemos que es parte de la historia de la humanidad imaginar una multitud de dioses, lo que ha sucedido en la mayoría de las culturas: un dios de la guerra, uno del agua, del océano o de la lluvia, otro del amor, uno más de la agricultura y así, empezando por asignarle poderes divinos al sol al reconocer que su energía es fuente de luz, de calor y de vida y a la luna, como contraparte femenina. En una palabra, es característica de las limitaciones cognitivas de la raza humana, expresadas en todas sus culturas, el inventar divinidades para explicar lo que no comprenden… Como es distintivo de la humanidad, el encontrar vivales que se dicen representantes de Dios y obvio, intérpretes de sus designios; eso sí, a cambio de pasar la charola y vivir como reyes a costa de los ingenuos, mal llamados creyentes, cuando el término correcto es crédulos.
P- Creo, hijo mío, que eres muy duro con quienes de buena voluntad creen y también creo que estás mezclando sandías con papayas; una cosa es creer en un Dios o en muchos, y otra muy diferente es la aparición de vivales que a través de las religiones se asumen como representantes de Dios y se convierten de hecho, en una casta ¡La Casta Sacerdotal!, presente desde los primero tiempos y en todas las culturas.
H- Bien si así lo ves, papa, a mí me cuesta trabajo separar la existencia de Dios o de dioses, de las religiones, que son el medio o las estructuras mediante las cuales se comunica la existencia de las divinidades y a través de las cuales se siembra la semilla del, en mi opinión falso conocimiento de Dios; la prueba de ello es que las religiones son un fenómeno geográfico y/o cultural, me explico, si naces en arabia eres musulmán, pero si naces en México la probabilidad más alta es la de ser católico y así, en cada región, país o cultura, a través de los tiempos y al día de hoy, se tienen religiones diversas, con dioses diversos, en donde cada casta sacerdotal argumenta tener la verdad y representar al verdadero Dios, lo que logran amenazando con castigos eternos (infiernos) y sembrando ideas a los niños, para que de adultos sean fanáticos, cosa de ver el pleito de Israel (judíos) VS Palestina (musulmanes), para entender que desde las inmorales cruzadas en la antigüedad o la imposición de la religión Católica a sangre y fuego durante la conquista, siguen vigentes a la fecha los criminales pleitos por el negó$io de las religiones. En otras palabras, seguimos siendo una especie manipulada por vivales que lucran, vuelvo a repetir, con la ignorancia y la credulidad de las masas.
Explico con un ejemplo la falacia de las religiones, padre mío; la ciencia dice que fue la gran extinción de hace 66 millones de años, producida por el meteorito que cayó en Chicxulub, Yucatán, la que causó la extinción de los dinosaurios, lo que dio pie al florecimiento de los mamíferos y por consecuencia, vía evolución, a la aparición del “hombre”; siendo así, si le damos una connotación divina, tendríamos que aceptar que la aparición del hombre se debe a que diosito aventó una superpiedra sobre la tierra para extinguir a millones de seres vivos, supuestamente creados por El, lo que es una soberana estupidez… Como lo es creer en le leyenda de Adán y Eva y demás cuentos engaña bobos.
S- Por lo expresado, hijo mío, me quedo con la duda, no la negación, de la existencia de un Creador como camino para entender la existencia de todo; asunto que al estar fuera de mi capacidad cognitiva, no es tema al que preste mayor atención o que me preocupe. De lo que si estoy convencido, repito, es que ese supuesto Creador no tiene representantes en la Tierra, ni escribió, ni inspiró La Biblia o La Torá o el Corán, por lo que la mentada Palabra de Dios, está, en mi opinión, en las leyes de la naturaleza y no en libros (supuestamente) sagrados… Y me quedo, para fines prácticos y para tener una buena vida, con mi conciencia como guía de mis actos, que es un hecho me marca un camino, y con la prédica común y coincidente en la mayoría de las religiones de amar al prójimo y respetar la vida y la naturaleza en todas sus expresiones… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador