Política gourmet
Dante y Samuel, los esquiroles naranjas
* El veracruzano y el neoleonés pueden dar las maromas que quieran, ya sabemos para quién trabajan
* Movimiento Ciudadano no es ninguna ‘tercera vía’; encarnan los viejos vicios políticos de siempre
* El niño Tec está impedido legalmente para ser gobernador y precandidato al mismo tiempo
RIDÍCULO NARANJA.- Tras la bochornosa escena que se vivió anoche en el Congreso de Nuevo León, una especie de mala caricatura del asalto al Capitolio que orquestó Donald Trump el 20 de enero de 2017 y con varios rostros y nombres perfectamente bien identificados, nos quedó muy en claro de qué van el veracruzano Dante Delgado Rannauro y el neoleonés Samuel García Sepúlveda, el dirigente nacional y el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano (MC), respectivamente. A lo único que aspiran para la elección del próximo 2 de junio de 2024 es a pulverizar el voto duro y así cumplir con la labor que les encomendaron y que consiste única y exclusivamente en ser unos vulgares esquiroles electorales. Olvídense de la ficción de que estos cuates son la tercera vía y de que traen una forma distinta de hacer política. Nada de eso. Puro choro mareador. Son pan con lo mismo: Dante es un pésimo clon de ya saben quién (pero no tiene el oficio ni el colmillo) y Samuel resultó ser la peor versión de su antecesor, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, nada más que en chafa… muy chafa. Así que, si no quieren seguir ganando más descrédito, lo mejor que pueden hacer es quitarse esos chalecos guindas que les prestaron y devolverlos a su dueño, porque lo que hicieron anoche en el Congreso de Nuevo León para impedir que se nombrara al gobernador interino (por los próximos seis meses) fue una de las peores bajezas que se han cometido en la historia política de esa entidad. Y, por favor, no se atrevan a echarle la culpa a los panistas y a los priistas porque, repito, ahí están perfectamente bien identificados (en video) los rostros y los nombres de sus finísimos muchachos: Miguel Dávila, Jonathan Torres e Hiram Bernal, entre otros.
MAMAR Y DAR DE TOPES.- La buena política se cocina con varios ingredientes importantes, entre estos el timing y los tiempos, que son cosas muy distintas y que tanto Dante como Samuelito ni siquiera tienen la noción de cómo se manejan cuando se presentan. El niño Tec no entiende, desde su muy corta visión, que no se puede ser gobernador e irse a hace precampaña por todo el país al mismo tiempo. Esto es un delito electoral tanto a nivel estatal como federal y eso en automático lo bajaría de la contienda. Además, ¿cuál es su empecinamiento de dejar en la gubernatura a alguien de su partido, obvio un incondicional suyo?, ¿qué hiciste Samuel para requerir que alguien te cubra las espaldas? Como se nota tu poco oficio político, porque se quede quien se quede más temprano que tarde saldrá a flote lo que hiciste (bueno o malo) y lo que no hiciste (bueno o malo también). Y aquí es donde se derrumba por completo la narrativa de su mentor, del dirigente nacional de su partido, pues éste fue incapaz de coachear adecuadamente a su pupilo o ¿será que toda esta telenovela, incluido el ataque al Congreso con reventadores, fue orquestada por el propio Dante y al ver que el cuete le explotó en la mano a los dos no le quedó más remedio que echarle la culpa al PAN y al PRI? Pero, haiga sido como haiga sido, el daño ya está hecho, la candidatura de Samuel se murió antes de nacer.
TACHE MAYOR.- Pero no crean que los legisladores de Nuevo León salen bien librados en este capítulo, pues eligieron a un pésimo como gobernador interino al vicefiscal del ministerio público estataal Luis Enrique Orozco Suárez, quien fue el responsable de investigar el asesinato de Debanhi Escobar en abril de 2022 y dijo que la jovencita se echó un clavado a la cisterna del motel “Nueva Castilla” donde fue encontrada sin vida.
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