Triunfa Armillita 4 en festival a beneficio del BIFAM
MORELIA, Mich., 26 de octubre de 2023.- El joven torero de la dinastía hidrocálida, Fermín Espinoza Armillita IV, tocó pelo esta tarde en el Rancho San Francisco de Aguascalientes al cortarle una oreja a un novillo toro de la ganadería jalisciense Puerto del Cielo, propiedad de Daniel Cortina Reynoso, con lo que se constituyó en triunfador del festival taurino realizado a favor del Centro de Atención Familiar y Comedor Infantil BIFAM. Sus alternantes, los matadores Diego Sánchez e Isaac Fonseca fueron ovacionados, mientras que Héctor Gutiérrez escuchó aplausos.
Muy buen ambiente es el que se vivió en los tendidos, gracias a la buena tarde que hizo, a los bellos ejemplares enviados por las ganaderías Puerto del Cielo, De la Mora, Villa Carmela y San Isidro, amén de la gran disposición de los toreros ya mencionados, los que al final se retiraron ovacionados por el respetable, la gente salió toreando.
Armillita IV recibió al primero de la tarde con verónicas ceñidas y una media clamorosa. Con la muleta se explayó en una larga faena de pases y engaños diversos y muy toreros que le fueron jaleados por el respetable. El toro de Puerto del Cielo fue deslucido, lo que no fue obstáculo para que el aquicalitense conectara con el respetable, Mató de buena estocada. Una oreja.
A Diego Sánchez le tocó en suerte un ejemplar de la ganadería guanajuatense de De la Mora, propiedad de doña Vicky de la Mora, novillos toro claro de embestida, alegre y con transmisión al que el coletudo le estructuró una faena de lucimiento. Estocada desprendida. Ovación.
A Héctor Gutiérrez le tocó en suerte el lunar del encierro, un novillo toro de la ganadería jalisciense de Villa Carmela, propiedad de Eduardo Arena Barroso. El burel resultó ríspido, regateador y embestía con la cara arriba. El diestro abrevió. Falló con el acero y escuchó palmas.
Por ser el torero con menos tiempo de alternativa a Isaac Fonseca le tocó el cierra plaza, un novillo toro de la ganadería hidrocálida de San Isidro, propiedad del ganadero Juan Francisco J. Guerra. El de San Isidro fue claro, bravo y noble, pero de pocos pases. El moreliano le pinceló buenas tandas de muletazos, las que le fueron jaleadas en los arribas, pero tuvo que abreviar por las condiciones del cornúpeta. Pinchazo y estocada en buen sitio. Ovación. Así sea.