El Jaguar Negro
No hay ningún motivo o razón para que Morena decida otra cosa, a menos de que exista una decisión unilateral de las cúpulas del partido. A partir de esa concepción, Chiapas, para el proceso interno que vive, tiene prácticamente definido al perfil que encabezará la coordinación de los comités de la defensa del voto en la entidad del sur del país. Sí, hablo de Eduardo Ramírez, actual líder de los senadores de Morena. De hecho, de todos los aspirantes que desde ahora se están midiendo a la encuesta de reconocimiento, el Jaguar Negro es, desde todos los ángulos, el perfil que más poder de convocatoria jala en la opinión pública.
El fin de semana pasado logró reunir a más de 15 asistentes en una plaza pública de Comitán, Chiapas. Fue alucinante observar tanta gente concentrada para el posicionamiento de Eduardo Ramírez. Esa postal, incluso, retrata las multitudes que se reunieron. Inclusive, el acto público arrancó con grandes ovaciones ante los miles de espectadores que, con gran efervescencia, esperaban con paciencia. Nos enteramos de que, los contingentes que acudieron, venían de todas partes del estado. Fue así como se nutrió la proclama que, entre muchas cosas más, el Jaguar aseguró que aparecería en la boleta para la transición del ejecutivo estatal de Chiapas.
Es verdad, la encuesta se gana con reconocimiento de la población civil, sin embargo, que mejor postal que esa enorme columna de gente que se concentró el fin de semana pasado. Si nos guiamos por la evaluación que pondrá en marcha el CEN de Morena, Eduardo Ramírez domina todas las metodologías que se han divulgado en estas últimas semanas. De hecho, su simpatía entre la ciudadanía ha ido creciendo cada vez más. Es, desde cualquier punto de vista objetivo, como la virtual candidatura que pinta para arrasar en el escrutinio público al que se someterán, por lo menos, seis perfiles en la previa.
De todos ellos, por cierto, el único que ha dado el salto definitivo para consagrarse ante la opinión pública, es Eduardo Ramírez. No está por demás decirlo que, en medio de esa disputa, el Jaguar les lleva dos y hasta tres votos a uno. De este modo, es inminente su triunfo en la encuesta definitiva que anuncie el partido de Morena. Incluso, el músculo que mostró el fin de semana pasado significó como el punto de arranque por el ascenso que tiene en las encuestas. Por esa razón, se le nota tranquilo y relajado; sabe del respaldo y la base social de apoyo.
Y, con esa popularidad, Eduardo Ramírez se perfila como el candidato del pueblo. De hecho, no veo ningún aspirante que le haga sombra; esto obliga al partido a respetar esa manifestación social que ha brotado en Chiapas. En realidad, la única inquietud es, ya lo mencionamos, que exista un manotazo sobre la mesa para impedir lo inminente. Incluso, han tratado de meter presión; el tema de género, por ejemplo, ha sido un punto para generar ruido. No se trata de un tema de equidad o no, sino de la abrumadora que es una ventaja.
Teniendo en cuenta la metodología que se presentó en Demoscopia Digital, Eduardo Ramírez, en este mes, se encuentra muy por encima de dos mujeres que están consideradas para las encuestas. A Patricia Armendariz, por ejemplo, le lleva una distancia de 29 puntos; algo similar pasa con la senadora Sasil de León, con 30 puntos porcentuales. Es, técnicamente, un amplio dominio; algo así como 3 votos a 1. El hecho del que el Jaguar Negro tenga en sus manos una proporción de esa naturaleza, vuelve el ejercicio un axioma.
Ahora, si nos guiamos por el ambiente político que se vive en Chiapas, Comitán fue el mejor ejemplo. Ayer, ante una multitud de más de quince mil asistentes, Ramírez lanzó su proyecto de gobierno y, con ello, sentó las bases para superar los problemas que aquejan, pero, de igual forma, para profundizar las políticas públicas de aquella entidad. Como parte de ese esquema, prioriza la gobernabilidad, la pluralidad y la legitimidad para el pueblo.
A propósito, el Jaguar Negro cerró diciendo que estará en las boletas para la transición del ejecutivo estatal. Sabe que el pueblo de Chiapas lo respalda, cuando mostró esa enorme columna que se concentró en Comitán, tierra natal de Eduardo Ramírez.