La guerra y la paz
En la actual guerra del Estado de Israel contra el pueblo palestino ¿quién es el agresor? ¿Quién es el terrorista? ¿Lo es Hamás, el grupo que resiste con las armas al Estado de Israel que nació en 1948 despojando a millones de palestinos de sus hogares y tierras? Entonces, tendría que calificarse de terroristas a quienes como Hidalgo, Morelos, Guerrero y miles de insurgentes enfrentaron con las armas al invasor español hace más de dos siglos.
Ahora, igual que Goebbels el ministro de Propaganda de Hitler, se pretende construir la narrativa de la mentira repetida mil veces para insistir que la resistencia de los pueblos es terrorismo y los victimarios son las víctimas; así el estado sionista de Israel, de los más armados del mundo, incluso con bombas nucleares, debe ser protegido por su eterno aliado: Estados Unidos dado que es incapaz de enfrentar la resistencia armada de Hamás frente a la ocupación que inició desde la posguerra, hace más de 70 años y que mantiene en un gueto a millones de seres humanos bajo el dominio asfixiante de ese invasor.
¿Esto tiene que ver con México?, por supuesto que sí. Nuestro país ha retomado con el Gobierno de AMLO en el mundo lo mejor de su tradición pacifista y humanista. Aquí se han refugiado miles de perseguidos por el nazifascismo europeo y las dictaduras militares igual que miles de migrantes que huyen actualmente de la violencia y del hambre en sus países. Hoy, la apuesta de la mayoría del pueblo mexicano es por la paz con justicia y libertad para el pueblo palestino.
La presión de EEUU sobre nuestro gobierno no ha logrado que se someta a ningún bloque en guerra. Judíos y palestinos han encontrado en este país un espacio generoso de paz y desarrollo. Con esa autoridad moral y política, el Gobierno de AMLO se mantiene firme en defender el derecho de los pueblos a la justicia porque como se ha reiterado: no puede haber paz sin justicia.
Corresponde al nuevo poder popular de la 4T defender el derecho irrenunciable del pueblo palestino a la justicia y a la paz y eso implica su derecho a contar con su propio Estado libre y soberano tal como lo han establecido las resoluciones de las Naciones Unidas.
La guerra israelí-palestina también es una guerra por la verdad y una vez más, la derecha mexicana e internacional, la que defiende siempre el poder y los intereses de las élites contra los pueblos desata su campaña de mentiras para justificar la masacre histórica contra el pueblo palestino.
En el nuevo escenario mundial, no faltan pueblos y gobiernos aliados de la lucha palestina, tanto en los países árabes como en otras naciones y continentes. De hecho, el estado de guerra entre el gobierno israelí y las fuerzas de Hezbollah en Libano se reavivan en estos días con mayor fuerza.
El fuego del medio oriente pone en riesgo otra vez el incendio de una tercera guerra mundial. Se requiere por ello la difusión de la verdad y la lucha internacional por la paz para frenar a los sionistas de Israel y al decadente y peligroso imperialismo que sigue vivo en Estados Unidos y en Europa.