Sobre el estilo personal de gobernar
Daniel Cosío Viilegas destacaba en 1974 en el período de Luis Echeverría y ante la abrumadora concentración del poder presidencial del PRI Gobierno, la importancia que tenía el estilo personal de gobernar. Sin embargo, nadie negaría que con las variantes de cada sexenio, el sistema de poder oligárquico nacido de la Revolución Mexicana se mantuvo inalterable en sus estructuras y mecanismos de reproducción más allá de los estilos personales de gobernar del Presidente en turno. Era un cambio de personajes que no cambiaba lo esencial: el poder de una minoría sobre la vida y destino de las mayorías.
Ahora, en la sucesión presidencial del 2024 la derecha opositora ante su impotencia evidente para derrotar en las urnas al Programa de la Cuarta Transformación (la 4T) pretende usar como trampa-chantaje la acusación contra Claudia Sheinbaum de ser copia de AMLO y por lo tanto carece de la autonomía que debería tener para dar un rumbo nuevo y diferente al país. Así quedaría tendida la trampa; si Claudia reconoce que seguirá el rumbo marcado por AMLO, pierde respeto porque su liderazgo sería una copia de él y si se desmarca, la oposición puede beneficiarse de ese distanciamiento y aspirar a que el liderazgo de Claudia eventualmente se aleje del proyecto de Nación que abrió AMLO en el 2018.
Pero, si Claudia tiene una cualidad es su inteligencia y de manera clara y contundente ha desmantelado la trampa. Dice: ¿por qué me he de desmarcar de un proyecto que he compartido con AMLO por convicción desde hace más de veinte años? y abunda: la 4T avanzará en los próximos años con el estilo propio de quien gane la inminente Encuesta para Coordinar la defensa de este proyecto de Nación, pero, como lo planteó AMLO en su discurso del 18 de marzo en el Zócalo: sin zigzagueos, retrocesos o coqueteos con el llamado centro.
Además, ¿el planteamiento de AMLO significa inamovilidad o dogmatismo? Para nada. Él mismo lo precisa: se trata de continuidad con cambio, es decir, avanzar con la 4T de acuerdo a la dialéctica de la realidad porque este proyecto de Nación apenas empieza y ha de abrir un cauce distinto, muy distinto al que inauguraron los neoliberales desde diciembre de 1982 con De la Madrid y Salinas…ésa, es la misma línea de Claudia. ¿Será por eso que va consistentemente desde hace dos años en el primer lugar de las encuestas rumbo a la madre de todas ellas a realizarse a fines de este mes de agosto?
En conclusión, el estilo personal de gobernar en la inmensa mayoría de los países es una realidad y la obra referida de Cosío Villegas no hizo más que resaltar el perfil de Echeverría como gobernante, por cierto, maquiavélico y siniestro, dentro de la continuidad de la dominación oligárquica que vivió México durante casi un siglo. Ahora, los voceros de ese régimen derrotado por un pueblo que despierta y se levanta, sueñan con fracturar la fuerza de la izquierda que llegó al Palacio Nacional en el 2018 y buscan contraponer los distintos y posibles “estilos de gobernar” promoviendo el más afín a su viejo esquema de poder pretendiendo neutralizar y vencer desde arriba a la insurrección de los de abajo.