Contexto
AMLO tiró la toalla…
En los hechos, este sexenio ya se acabó precipitadamente y Andrés Manuel López Obrador tiró la toalla. Al haber generado una sucesión presidencial adelantada, disfrazando el “dedazo” mediante un mecanismo de encuestas que ni ellos mismos se la creen, el oficialismo convertido en una entelequia que ya no tiene los colores tricolores, sino más bien guinda y blanco, decidió que sus cuatro “magníficos” y sus dos “colados” renuncien a sus cargos públicos para no utilizar recursos del erario y no los utilicen para promoverse --aunque ya lo hicieron previamente—y se sometan al escrutinio de las bases mediante las campañas de autopromoción. Ajá.
Dejan sus cargos públicos Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores; Adán Augusto López, secretario de Gobernación, Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y el senador Ricardo Monreal Ávila. También pidieron licencia, el senador del Partido Verde, Manuel Velasco y el diputado del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña.
Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional morenista precisó que los contendientes por el puesto a nivel nacional serán muy respetuosos de las leyes para que la oposición no tenga con qué obstaculizar su candidatura a la Presidencia de la República. "Tienen ciertas limitaciones, por ejemplo, no pueden llamar al voto, no pueden llamarse precandidatos a la Presidencia. Vamos a cumplir de manera muy estricta la ley para que no vayan a tratar de cuadrarnos actos anticipados de campaña, por eso es un proceso estrictamente interno", explicó. En cuanto a la restricción impuesta a los aspirantes para que no concedan entrevistas a medios de comunicación que no son afines a Morena, Mario Delgado no lo consideró como “una medida fascista sino estratégica”.
"Hay medios muy críticos. No hay ningún problema (con los medios críticos). Como tú comprenderás, no pasa nada, está bien. Pero hay otros que son instrumentos de plano de golpeteo permanente contra el presidente, contra su gobierno, contra todo lo que signifique Morena. ¿Para qué perder tiempo yendo ahí? Ni les interesa. Y acá entre militancia, si vas a uno de esos instrumentos de la derecha, no te va a ir bien. Yo creo que te baja tus bonos en lugar de subírtelos como aspirante", justificó Mario Delgado en una entrevista radiofónica.
López Obrador dijo que le pareció muy bien que los seis precandidatos morenistas a sucederlo, por unanimidad, hayan aprobado las reglas impuestas como el método de selección mediante encuestas y demandó “defender la transformación, que es defender al pueblo, que es no permitir el clasismo, el racismo, la discriminación, no permitir la corrupción, que no regresen los fueros, los privilegios, que no se apueste a vivir en un país con una monstruosa desigualdad económica y social, que México sea de todos. Esos son ideales, son principios, el no mentir, no robar, no traicionar al pueblo; entonces, eso es que se tiene que poner por delante y no el interés personal por legítimo que sea y, eso de un lado —repito— o de otro”. En realidad, nadie les cree un discurso tan ramplón y tan fuera de la realidad, cuando apenas el pasado fin de semana fueron asesinadas 156 personas en todo el país en ejecuciones sangrientas y se registraron escasas detenciones de los asesinos.
El tema es como un presidente tan inepto, rapaz y mentiroso, y que no hay día no confronte a los otros poderes federales o viole la Constitución o las suspensiones de amparo, como es su costumbre, utilice los programas sociales y la lucha de clases para mantener su popularidad. Me parece que no es con insultos ni con descalificaciones, denigrarlos o menospreciarlos como podemos lograr un cambio. Tampoco es mejor opción quejarse de todos sus desaciertos. Es buscar que haya un cambio profundo y de participar en la contienda por la presidencia que ya empezó hace dos años.
El exconsejero electoral, Ciro Murayama, consideró que el principal riesgo de cara a las elecciones de 2024 es el desacato a las reglas democráticas por parte del gobierno federal y de Morena.
Según la ley electoral, "durante los procesos electorales federales en que se renueven el titular del Poder Ejecutivo Federal y las dos Cámaras del Congreso de la Unión, las precampañas darán inicio en la tercera semana de noviembre del año previo al de la elección". Asimismo, la ley electoral precisa que estos actos propagandísticos no podrán durar más de sesenta días.
En ese sentido, Ciro Murayama criticó la agenda de Morena, misma que contempla recorridos de las “corcholatas” a lo largo del país -del 19 de junio al 27 de agosto-. "Son 5 meses de proselitismo en la ilegalidad", consideró sobre los actos de los presidenciables de Morena rumbo a las elecciones de 2024, por lo que el INE los debería de frenar.
Pero en estas condiciones, como López Obrador ya tiró la toalla y ya fijó su postura de cómo quiere que sea su sucesión, veremos qué hace el INE.
Ahora, le toca a toda la oposición fijar sus propios plazos y buscar una candidatura que pueda competir. Es importante la unidad, que el bloque opositor se una, que defiendan un proyecto, un ideal. Y es que la cuenta regresiva hacia el 2024 ya comenzó. El país es una hoguera, no sólo climática, y a nuestra clase política no le importa. Al cierre del sexenio de la 4T, con más de 156 mil asesinatos, la promesa de López Obrador de pacificar el país fracasó. México está bajo fuego, no hay transformación y con la sucesión presidencial adelantada, la política se pretende anteponer a la exigencia de seguridad, paz y empleo.
Estamos ante un escalofriante escenario de cierre de sexenio. Todo indica que su epitafio será: “Sin seguridad y sin diálogo no hubo transformación”. La realidad nos tiene en una terrible regresión. Hoy, estamos ante el dilema de un nuevo cambio. De nosotros, los ciudadanos, dependerá rescatarnos como sociedad y país y dejar a un lado al tabasqueño y sus justificaciones de culpar al pasado de éstas cifras de terror y de que su estrategia sexenal de “¡abrazos, no balazos!” no sólo fracasó, sino que fue un sueño burdo, guajiro y tropical.