Infancias originarias
De manera colaborativa, se sigue avanzando en la atención a las infancias originarias; el hacerlo nos permite recuperar quinientos años de olvido, discriminación, injusticia social y desigualdades de quienes en un futuro serán quienes tomen las decisiones de este país.
Las infancias y adolescencias originarias, continúan en este modelo económico realizando actividades para ganar unos pesos y con ello, fortalecer el proyecto de sus familias y contribuir con el gasto familiar, muchos de ellos abandonan sus estudios.
En Michoacán, como en México, el problema de las poblaciones originarias continúa construyéndose en mucha precariedad y en ocasiones también en pobreza. Así, pensar en realizar actividades dentro de las poblaciones originarias para festejar el Día de las infancias, o bien el Día de la madre, o el Día de las lenguas originarias, no es fácil, porque siempre hay otros temas más importantes que atender como la salud, la educación, el trabajo, que no permiten distraer por su importancia, dejando de lado, el proyecto de la convivencia, el festejo y la recreación.
Por ello, la Fundación El Sol, sede embajada en México, realiza actividades para fortalecer a las comunidades y sus familias; de esta manera, Sergio Omar García, Embajador Líder Mundial por la Paz, esta trabajando en la zona costa y sierra de Michoacán para atender las diversas necesidades que requieren las poblaciones para su desarrollo en comunidades originarias.
De esta manera, en Playa Azul, se llevó a cabo el Festival de las Infancias y adolescencias con personas, cuya lengua madre es el náhuatl y el español como segunda lengua; de esta manera las infancias abrevan de su identidad y pertenencia, primero a su lengua náhuatl, después a su identidad como michoacanos, pero a la vez como guerrerenses.
El trabajo realizado con las infancias y adolescencias partió de un modelo de atención e intervención que viene desarrollando la Fundación El Sol y que la instrumenta el Embajador líder mundial de la paz Sergio Omar García.
Con gran compromiso social se llevaron a cabo diversas actividades y dinámicas que permitieron la integración de la población infantil, donde las risas y los juegos por un momento les invitaron a olvidarse de la difícil vida que llevan al tener que salir a vender a la playa sus productos y sentir el peso del rayo del sol en un permanente caminar para lograr la venta del día. Hubo obsequios para niñas y niños y también para sus queridos padres, el compartir es un ejercicio que dignifica la vida. Reconocimiento especial, para la señora Enriqueta Ortiz, gestora social, quien continua en una lucha permanente por atender las necesidades de las poblaciones o grupos en condiciones de vulnerabilidad. Finalmente, pudimos observar el trabajo cultural que aprenden los niños y niñas originarios comprende el saber entonar las estrofas del Himno Nacional Mexicano en su lengua madre náhuatl, que rescata la identidad, y pertenencia de las infancias a sus comunidades originarias.