Evangelio
Cristo resucita, va contigo y te guía
Cristo resucitado es el Dios de nuestros padres que salva a un mundo de corrupción, y de pastores que no cuidan al rebaño .
Saludo gozoso de parte del Maestro. RR y redes.
En tu vida. sin Cristo nos sentimos nada, caídos en un mundo pobre, la muerte nos persigue. Solos, somos pobres entes innecesarios y inútiles, no podemos ir así.
Dios habla.
El Dios de tiempos inmemoriales, de nuestros padres, al que buscamos en las aflicciones y fiestas patronales es Cristo resucitado, el que aprendimos en el catecismo.
En los momentos más difíciles se hace presente y luego desaparece. Es el Dios que conocemos vagamente y no amamos sobre todas las cosas.
Es necesario pedir un encuentro con el y despertar y reanimar nuestra fe.
Es el Cristo que sufrió por nosotros dando cumplimiento a la profecía de Isaías que describe las torturas, las injusticias, los sufrimientos indecibles, el cargaba nuestros crímenes y pecados, corrupción, violencia, muertes, como todas las penas que arrastramos sus amigos en esta corrupción, mentira, desamparo de los humildes, injusticias, muerte…
El es el jefe protector del pueblo. Otros cuidan su ego y se engordan así mismos, hacen grandes fortunas y dejan al pueblo en la miseria, la enfermedad, el hambre, una vida triste y humillada, sin esperanza.
En ese sentido Cristo afirma yo soy la puerta de las ovejas, los que vienen por otro lado, por otras razones, sin mi son ladrones, saqueadores, jefes prepotentes, orgullosos que buscan su propio interés fraudulento y mezquino.
Son como el criminal que viene sólo a despojar, asesinar y destruir. “Yo vine para que todos tengan vida” y la tengan en abundancia, sin pobrezas, angustias, humillaciones.
Se cumplen las promesas: “el señor es mi pastor, nada me falta, me guío por el sendero recto… Bondad y misericordia me acompañarán toda mi vida…”
Cristo en tu vida
Es importante que encuentres a Cristo y descubras en el al mejor de los jefes que te cuida.
Cristo en la asamblea
Ese Cristo está aquí, aceptalo. Viene a verte, déjalo entrar en tu vida.