Difícil para más de 86 mil morelianas adquirir productos menstruales
MORELIA, Mich., 28 de abril de 2023.- El 31 por ciento de la población menstruante en Morelia enfrenta dificultades para acceder a bienes y servicios necesarios para la gestión de la regla, señaló Lisel Lifshitz, representante de la colectiva Mujeres Aliadas.
Durante la presentación del programa Dignidad menstrual, a efectuarse por el ayuntamiento de Morelia y colectivas feministas del país, Lisel Lifshitz refirió que un estudio realizado por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y Mujeres Aliadas arrojó que el 31 por ciento de la población menstruante en la ciudad no accede regularmente a productos sanitarios para la gestión del periodo, fármacos para aliviar los cólicos y otros malestares asociados, agua corriente, entre otros.
Esto equivale a cerca de 86 mil 490 de las 279 mil mujeres que radican en la capital michoacana.
La definida como pobreza menstrual se acentúa en las zonas rurales y las comunidades indígenas, por la sumatoria de vulnerabilidades que implican desde ser mujer, niña o adolescente hasta residir en una localidad con carencias en los servicios básicos urbanos.
Lisel Lifshitz aseveró que para reducir la pobreza menstrual no es suficiente con dotar a las mujeres con productos para la gestión del periodo, sino que se requiere de una acción integral que conste de capacitación y formación para la población, fomento del uso de productos no desechables, mejora de la cobertura de los servicios básicos, e instrucción sobre el uso y creación de productos.
Y es que, pese a que la menstruación es un fenómeno biológico que ocurre con normalidad a lo largo del ciclo fértil de las mujeres, aún persisten tabúes, mitos y condiciones que las ponen en desigualdad.
Solo en Morelia, el 29 por ciento de las personas se siente incómoda al hablar de menstruación; el 14 por ciento de las niñas que tienen la menarquia no sabía lo que es la menstruación; para el 48 por ciento la menstruación es un hecho que desencadena asco, y el 72 por ciento de los padres nunca ha hablado con sus hijas sobre el tema.
Además, el cinco por ciento de las niñas y adolescentes deja de ir a la escuela mientras tienen el periodo; el 21 por ciento de las mujeres trabajadoras no acude a laborar por causa de cólicos menstruales, y la regla es factor que incentiva la inequidad, ya que las niñas que reciben dinero de sus padres para gastos personales suelen destinarlo parcialmente a la compra de artículos para la gestión menstrual, que los niños no requieren, y los precios de estos productos son en promedio 30 por ciento más elevados en la zona rural, respecto de la urbana.
La representante de Mujeres Aliadas reiteró que, aunque Michoacán fue el primer estado en legislar sobre la menstruación con dignidad, aún es necesario incentivar una vivencia de este ciclo con normalidad, sin tabúes, sin dificultades derivadas de la falta o insuficiencia de recursos y sin que sea objeto de discriminación.
Dignidad Menstrual
Pensado para entregar copas menstruales a las mujeres en Morelia, el programa Dignidad Menstrual se desarrolló hacia una acción integral para disminuir la brecha de desigualdad desencadenada por la no concepción de la menstruación como un fenómeno biológico común a las mujeres, aseveró Adolfo Torres Ramírez, secretario del Bien Común y Política Social.
En una primera fase del programa, se prevé la entrega de cuatro mil calzones menstruales y toallas sanitarias reusables, y copas menstruales, a igual número de mujeres, niñas y adolescentes beneficiarias, principalmente alumnas de sexto grado de primaria, secundaria y preparatoria.
Asimismo, la capacitación de seis mil 500 personas, estudiantes, docentes y padres de familia, proceso que incluye la confección de toallas sanitarias caseras reutilizables.
La expectativa es comenzar en mayo, con un presupuesto de dos millones de pesos, que podrá ampliarse de tener éxito la iniciativa.
Respecto de la adquisición de los productos a entregar, Torres Silva mencionó que tuvieron un costo unitario medio de 200 pesos, y se compraron a colectivas y empresas contratadas mediante licitación pública, donde uno de los requisitos de participación fue que se tratara de empresas y colectivas de mujeres mexicanas.
Cuestionado sobre el retraso que se ha tenido para la aplicación de Dignidad menstrual, que se esperaba para marzo de este año, el secretario del Bien Común y Política Social precisó que la redefinición de sus objetivos llevó a postergarlo, para buscar lograr un mayor impacto.