Observador ciudadano
TESLA Y EL DESARROLLO REGIONAL EN MEXICO
En días pasados se anunció la decisión del multimillonario sudafircano-estadounidense Elon Musk de instalar en el Municipio de Santa Catarina, Nuevo León, la que se dice, será la planta más grande el mundo de los autos eléctricos. En días anteriores el presidente André Manel López Obrador había señalado su intención de persuadir al hombre más rico del mundo de que hiciera la cuantiosa inversión en alguna otra entidad de centro o el sureste del país, a partir de la escasez de agua que padece el estado norteño. Al final, el presidente desistió en su intento y aceptó que la inversión se haga en Nuevo León, como lo había planeado Musk.
No hay que especular mucho sobre los motivos que llevaron a Musk a decidir el por qué la planta que generará miles de empleo directos e indirectos se instalará en Santa Catarina. Su ubicación es estratégicamente la mejor a partir de su cercanía y buenas vías de comunicación al mercado estadounidense y a su centro operativo y logístico establecido en Austin, Texas. El Estado de Nuevo León cuenta, además, con excelentes condiciones para el establecimiento de una empresa como Tesla; la existencia y desarrollo de proveedores de partes será sencilla y eficiente; sus necesidades de mano de obra calificada de diferentes niveles serán cubiertas sin complicaciones; el apoyo y la cobertura del gobierno estatal y el sector industrial estarán garantizados, además desde luego de los apoyos que seguramente le otorgará el gobierno federal.
Durante los días previos al anuncio final del lugar donde se daría la inversión, los gobernadores de diferentes estados levantaron la mano, esperando el milagro de que Musk se decidiera por alguno de aquellos, cuestión que resultaba claramente utópica.
Si como parece, el fenómeno del “nearshoring” será un factor que favorecerá en los años por venir la atracción de fuertes flujos de inversión extranjera al país. Entre las variables importantes para lo anterior se encuentran las favorables condiciones que ofrece a la economía mexicana el TEMEC, la vecindad y cercanía a los mercados de los Estados Unidos y Canadá, los reducidos salarios comparados con los que se pagan no solo en esos países, sino aun con los competidores orientales, incluida China; los altos costos de transporte desde otros continentes, entre otros.
En ese contexto se hace necesario que la política industrial del gobierno federal oriente la atracción de inversiones hacia las entidades menos favorecidas hasta ahora, como lo ha hecho manifiesto, y genere las condiciones necesarias para lograrlo. Resulta indispensable el mejoramiento de las vías de comunicación carretera, ferroviaria, portuaria y área, la construcción de parque industriales, el estimulo a los inversionistas nacionales para participar en el desarrollo de cadenas productivas especializadas.
Además, es indispensable contrarrestar las condiciones inseguridad y recupera la paz social que afectan prácticamente a todo el territorio nacional. Lo primero corresponde en mucho a los diferentes niveles de gobierno, y lo segundo corresponde en buena medida a las organizaciones sociales, sin dejar de reconocer que en muchas regiones del país no se atienden de manera suficiente las necesidades de los grupos más necesitados.
Las organizaciones sociales que para manifestar sus demandas y descontento practican la toma de casetas de cobro, el bloqueo de carreteras y vías férreas, la toma de instalaciones de cualquier naturaleza, deben revisar sus prácticas y entender que con este tipo de acciones atentan contra el desarrollo de sus regiones y ahuyentan la llegada de inversiones y generación de oportunidades a sus propias comunidades, perpetuando la marginación.