Urge una reunión de los cuatro presidenciables de Morena
Es verdad, desde qué la carta que envió Mario Delgado a los gobernadores y gobernadoras- emanados de Morena- la cosa medio se emparejó. Hubo, por ejemplo, mandatarios estatales que atendieron el llamado de apertura e impulso como el caso de Alfredo Ramírez en Michoacán. Sin embargo, la realidad es que, muchos otros, siguen haciendo activismo con sus estructuras a favor de una de las corcholatas preferidas de Palacio Nacional, y a quién todos sabemos se ha cargado el activismo con publicidad, incluso en un órgano de comunicación como la revista Regeneración que, se supone, es para divulgar la lucha y los logros de la 4T.
Eso, hasta cierto punto, continúa siendo un tema preocupante para tres de las corcholatas que han demandado piso parejo en la sucesión presidencial. Al menos, así lo ha hecho público el Senador Ricardo Monreal; lo mismo que el canciller, Marcelo Ebrard, a través de sus estructuras territoriales. Saben que, en ese sentido, la disputa interna sigue manifestando rasgos de favoritismo, especialmente por la propaganda y publicidad que se ha visto a lo largo y ancho del país cargada hacía la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Por esa razón, es urgente una reunión entre Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto y Ricardo Monreal. Este último, por cierto, hizo énfasis para que se fijen reglas de participación democráticas. Consideró, en ese sentido, atender el llamado de unidad planteando ejes de pluralidad que, a estas alturas, debe ser equitativo, máxime por la carta que envió Mario Delgado a los gobernadores y gobernadoras.
A propósito de ello, ese planteamiento incluye la presencia de cada uno de los mandatarios que serán, en el proceso interno, factores fundamentales sí se ajustan a la pacto de civilidad y respeto que puede signarse muy pronto.
Una reunión encabezada por Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto y Ricardo Monreal, con la presencia de los gobernadores y gobernadoras emanados de Morena, no sólo mostraría un gesto de unidad, sino sería el punto de apoyo para alcanzar acuerdos importantes a fin de fortalecer las tareas del proyecto de la Cuarta Transformación. Y, lo más importante, garantizar el equilibrio e impulso para todos los aspirantes que buscan la silla presidencial.
De nada servirá la carta que envió Mario Delgado sí los gobernadores y gobernadoras no atienden en esa situación. Ellos son, en las entidades, los que tienen el control de las estructuras de gobierno; coordinan los programas sociales y tienen injerencia directa con los órganos de dirección del partido a nivel local. En pocas palabras, está en sus manos garantizar piso parejo en la sucesión presidencial a cada uno de los aspirantes de Morena. Algunos han mostrado voluntad, sin embargo, muchos otros no pues- para nada- se han manifestado con relación a ello.
Por ello, en principio, una propuesta con mucho sentido de responsabilidad democrática la que se ha planteado para construir un espacio de diálogo entre Claudia, Marcelo, Adán Augusto y Ricardo Monreal, ya que también de ello dependerá la unidad que se geste en vísperas de la selección del perfil que elija el pueblo de México, eso sí, con mecanismos transparentes. Ese, en este preciso momento, es otro de los grandes desafíos al interior de Morena porque la propia historia y las evidencias que hemos vivido y, sobre todo atestiguado, hablan de imposiciones de parte de la dirigencia nacional del partido.
Y tienen toda la razón los que han exigido que se empareje el juego sucesorio cosa que, hasta ahora, ha tenido destellos, pero no equidad. Hay que tener en cuenta esa situación porque- el favoritismo- fomenta el desencuentro y la fractura interna. Por ello, si no se atiende la divergencia más allá de una carta que pide impulso y piso parejo, pasará lo que suele ocurrir en todo proceso interno: habrá crispación y, lo que es más preocupante para el propio presidente, estará en riesgo el triunfo electoral del 2024, lo mismo que una legislatura federal que continúe abriendo la puerta a las reformas constitucionales que se propongan para profundizar la política pública. Es más, de esa división la oposición lograría capitalizar los efectos que genera la polarización que puede llegar acontecer, repito, sí no atienden los temas medulares de una sucesión presidencial adelantada.
La primera es, evidentemente, que se fijen reglas de participación en el proceso interno y, por supuesto, que se ponga fin al esquema de propaganda y publicidad sesgada como la que ocurrió en la revista Regeneración. En ese caso, que también la revista divulgue el papel importante que ha hecho Ricardo Monreal en el Senado de la República, como el arquitecto principal de las Reformas Constitucionales en la portada principal. O la labor que ha realizado el canciller Marcelo Ebrard en temas internacionales.
Eso sería, en este proceso adelantado, un gesto de unidad y civilidad política. Por esa razón, es importante una reunión con las cuatro corcholatas oficiales. De hecho, ese marco puede servir para establecer los debates internos o, incluso, los foros de participación para que la población contraste posturas y, sobre todo, propuestas de cara a la transición que viviremos. Y llevarlo a cabo en presencia de los gobernadores y gobernadoras emanados de Morena, le daría más auge a las formalidades del juego presidencial.
Notas finales
¡Ese apoyo sí se ve!
Mediante una carta dirigida a los congresistas norteamericanos, Robert Menéndez y Michael McCaul, el senador Ricardo Monreal aseveró que “los asuntos internos de México corresponden dirimirlos solamente a las y los ciudadanos mexicanos”.
Lo anterior, luego de que los legisladores del vecino país opinaran en días pasados sobre el Plan B de reforma electoral y señalarán un riesgo para la democracia en México.
En la misiva, el presidente de la Jucopo señaló que aunque su opinión es respetable, constituye una cuestionable injerencia externa en asuntos internos de una nación soberana e independiente, como lo es México.
En el texto expuso que “como mexicano, siempre tengo presente el apotegma del que considero el mejor Presidente de la Historia de México, Benito Juárez: entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Señaló que, en aras de preservar el clima de cordialidad entre los Congresos de ambos países, decidió acudir a la diplomacia parlamentaria para comunicar algunas reflexiones que sirvan de mejor entendimiento de la democracia y el sistema electoral de nuestro país.
No obstante, subrayó, “respetuosamente, los asuntos internos de México corresponden dirimirlos solamente a las y los ciudadanos mexicanos”.
Monreal Ávila dijo que “el sistema electoral de México es, quizá, el más grande y complejo del mundo, tanto por su base jurídica, como por su estructura organizativa y su costo anual, que es sufragado íntegramente por los contribuyentes mexicanos”.
Precisó que desde hace años especialistas y políticos de todas las tendencias ideológicas han coincidido en la necesidad de simplificar el sistema electoral mexicano y reducir sus elevados costos sin dañar sus bases: la autonomía e independencia.
El análisis, la discusión y aprobación de la reforma, explicó, se llevaron a cabo con base en las facultades del Poder Legislativo de nuestra nación, en el marco de un debate informado, analítico libre y con la participación de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión.
Además precisó que “este episodio de la intensa historia electoral de México no ha concluido, por lo que no cabe extender juicios definitivos, mucho menos condenatorios”.
Subrayó qué en el pasado hubo reformas en la materia que no funcionaron y que dieron resultados contraproducentes, las cuales, contrario a lo que dicen los críticos de la reforma, no fueron aprobadas en consenso.
Finalmente, el coordinador de los senadores de Morena se dijo convencido de que mediante el diálogo y con buena fe, las y los legisladores de ambas naciones podrán dar su mejor contribución a las relaciones entre los dos países y a la amistad entre los pueblos.