Entre el amor y el mercado/Gerardo A. Herrera Pérez
Hoy, sin duda alguna, el mercado nos ha hecho presa de un sistema que nos advierte consumir los bienes, servicios, productos y en ocasiones también cuerpos en momentos especiales y bien definidos e interconectados a lo largo del año; hay fechas importantes establecidas por el mercado: el día de la madre, el padre, el compadre, del amor y la amistad, de la navidad, del años nuevo, los cumpleaños, los aniversarios, el día del niño, el día de la mujer, el día de los reyes, el día de la candelaria, entre otros muchos más; es decir, todas las fechas para festejar o conmemorar se vinculan con el mercado, el cual a través de los medios de comunicación ha generado las condiciones para hacernos hedonistas, narcisistas, en búsqueda del placer y del lujo que nos lo proporciona el mercado y que permite generar condiciones asimétricas de poder (quien tiene dinero puede).
De esta manera, el modelo económico funciona a través de: la globalidad, es decir, una sola cultura que es el consumismo; el mercado, que promueve el hedonismo y; el patriarcado que define las potencialidades y funciones de los hombres y las mujeres; estos son elementos que permiten que la población se vincule al consumo, hoy, diría Lipovetzky, al hiperconsumo, para ganar una posición de poder frente a la otredad, principalmente frente a la mujer y generar círculos de violencia y el llamado amor romántico.
El día del amor y la amistad cumple una complementariedad; me explico, la importancia de la fecha es festejar, o bien, mediante las relaciones afecto-amorosas, o por medio de relaciones de amistad; prácticamente ya sea por amor o por amistad se consume para obsequiar, desafortunadamente no todos lo pueden hacer, otros más no lo quieren hacer, y otros, no tienen para hacerlo; no obstante, cientos de espacios de dulces, ropa, flores, comida, peluches, relojes y bisutería se mantienen abiertos y con ofertas para hacer que miles de personas utilicen el poder de su firma a través del dinero plástico y tengan oportunidad de estar dentro de la economía y el consumo.
Aquellos tiempos de antaño donde los valores eran sólidos, y la entrega de una carta para reconocer el amor o la amistad, el escribir un poema, la serenata entre amigos para llevar a las casas de las novias, o bien, disfrutar de una comida en zonas abiertas entre amigos, pasaron a ser obsoletos; lo de hoy son los centros comerciales, los restaurantes de especialidades, los regalos costosos, y también el dinero plástico que correrá en las terminales electrónicas y en los cajeros automáticos bancarios para disposiciones en efectivo, lo importante es disfrutar la vida efímera, al costo que sea, y tener el poder.
En la Modernidad Líquida, en la vida líquida, reflexiones de Zigmunt Bauman, nos hablan de una sociedad moderna que tránsito de valores sólidos a valores líquidos, efímeros, inmediatos. Pero igualmente Bauman va más allá cuando escribe sobre el Amor líquido, un acercamiento a los sujetos modernos, a conocer su amor, la sexualidad, las relaciones de amistad, los procesos de solidaridad, las relaciones familiares incluso, un conjunto de relaciones que van quedando presas en una lógica que diluye y atomiza las instituciones levantadas por la modernidad (el mercado, el patriarcado), hasta dejar a la persona en una situación de soledad.
De esta manera, tanto la angustia como la incertidumbre resultante de este devenir histórico no son, problemas privados de los sujetos, más bien responden a un modus operandi económico y también cultural que es global. Dejamos atrás los valores, para transitar al consumo, para transitar al hombre económico.
Así, en esta fecha del día del amor y la amistad, importante para el mercado y el consumo. pero también, porque no decirlo, para las relaciones de amistad y amor (que incluso pueden ser cualquier día, y no solo el 14 de febrero), por ello, deseo expresar mi cariño y respeto para mis amigos y amigas que la vida me ha permitido atesorar en estos años, para mis compañeras y compañeros de trabajo en mi actividad profesional actual y en las anteriores donde me permitió formar grandes amistades permanentes y para la vida; para aquellos y aquellas personas que construyen en la vida sobre el bien común y que son aliadas de luchas sociales, para mis amigos y amigas defensores de derechos humanos, en especial para Paco Garcidueña mi saludo fraterno, para los profesores, docentes; para ellas y ellos que resignifican el valor de la amistad, para mis compadres y comadres, mis ahijadas y ahijados; para quienes viven en Jesús del Monte como mi buen amigo José Alejandro, en Pátzcuaro, o bien en Lázaro Cárdenas, en Apatzingán, en Huaniqueo, Morelia, Tzintzuntzan, Lázaro Cárdenas, Quiroga, Zacapu, Maravatío, Zitácuaro, Cd. Hidalgo, y en general a quienes me han brindado de manera desinteresada y generosa su amistad.