Predistribución/Arturo Alejandro Bribiesca Gil
Tan importante el ruido como las nueces.
El pasado y el presente de nuestro país tiene un rasgo común, la amplia brecha de desigualdad socioeconómica, sin importar que todos los gobiernos democráticos de México han predicado su lucha por reducirla y han hecho, ciertamente, acciones para ello, con resultados no del todo satisfactorios; más allá de sus buenas voluntades.
Ubico al menos 3 factores que han impedido mejores resultados en la lucha contra la desigualdad socioeconómica, que son: la corrupción; la politiquería (visión clientelar); y un enfoque de atención incompleto.
Concretamente me referiré en el presente artículo a este último factor, el del enfoque incompleto. Incompleto porqué solo se ha encauzado de manera redistributiva, ósea paliativa; la cual pretende actuar sobre los efectos de la incorrecta distribución de la riqueza, sin atender las causas, regularizando las políticas compensatorias al hacerlas universales y de vigencia prolongada, lo que las integra al panorama de desigualdad y lejos de volverse parte de la solución se vuelven parte del problema.
Ahora bien, es importante precisar que las políticas redistributivas no son perniciosas, ni se les está injuriando, todo lo contrario, son indispensables (mayores impuestos a los que ganan demasiado y a artículos de lujo, becas focalizadas y temporales, entre otras); lo que digo, es que por sí solas no cumplen su cometido. El complemento a dichas políticas son las acciones predistributivas, las cuales generan un enfoque integral, que sin duda puede brindar mejores resultados en la lucha contra la desigualdad socioeconómica.
El término de la “predistribución” es novedoso (2011) y fue propuesto por el profesor de Yale Jakob Hacker, quien lo orientó en el sentido de que el Estado use políticas predistributivas como instrumento preventivo de las desigualdades sociales, con el fin de que el posterior gasto social y redistributivo sea menor, reforzando un modelo de competitividad económica no extractiva.
Las políticas predistributivas actúan sobre las causas estructurales y previenen la reproducción de la desigualdad de partida, señala Jakob Hacker.
Justamente, una de las principales acciones predistributivas a efecto de reducir dicha desigualdad de partida, es el fortalecimiento al sistema educativo, lo que significa homogeneizar la calidad educativa entre las institucione públicas y privadas, en todos los niveles; lo que podría lograrse invirtiendo mejor los recursos del sector público; no admitiendo en el sistema gratuito a quienes puedan pagarlo, o estableciendo una cuota mínima de recuperación; ampliando exponencialmente por ley la obligación de las instituciones privadas de otorgar lugares gratuitos, por méritos académicos, a personas que no puedan cubrir sus colegiaturas; y, creando créditos accesibles para estudiantes de educación superior.
En este sentido, un Estado con el enfoque dual que propongo (predistributivo y redistributivo), pasa a ser, como lo señaló el profesor Hacker, un Estado anticipativo y
previsor de las desigualdades y no solo un estado reactivo y reparador.
Profundizar en esto temas, sin duda supera las expectativas de un simple articulo de opinión, por lo que la pretensión real del mismo es únicamente llevar la atención al concepto de la predistribución, para posicionarlo en el imaginario colectivo y por ende lograr su posterior aterrizaje en la política común y corriente.
En fin, sé que, por intereses legítimos, ideologías o pasiones políticas, podemos disentir en las formas o métodos para luchar contra las desigualdades de nuestra sociedad, pero tengo la esperanza de que al menos coincidamos en que la brecha es ancha y lacerante para uno de los extremos y que hay mucho por hacer.
Otrosí: El pasado 31 de enero se cumplieron 126 años del nacimiento del Michoacano-Guerrerense Ignacio Chavez, el padre de la cardiología en México, ¡Arriba Zirándaro!