2023/Javier Lozano
Javier Lozano
Estamos en vísperas del Año Nuevo y en la antesala de una álgida e intensa agenda política que traerá más efervescencia, especialmente en el terreno electoral donde se avecinan las elecciones del Estado de México y Coahuila en la que Morena buscará arrebatarle dos bastiones importantísimos al priísmo. De hecho, la alternancia se asoma en ambas entidades siempre y cuando exista madurez para encarar pues hay posturas claras de división desencadenadas por la encuesta de la discordia que jala más descontento que aciertos.
Por ello, pensar en la alternancia resulta una idea ambigua ya que, primero, Morena tienen que resolver el tema de la unidad y cicatrizar las heridas que provocó un método que no tiene ninguna señal democrática cuando se ha comprobado que, en la mayoría de los casos, ha sido injusto.
Se habla de que, ese ejercicio, será el método para elegir también al abanderado de Morena para las elecciones presidenciales del 2024. De ser así existe el riesgo latente de que haya una imposición o una determinación unilateral como ha pasado en otros casos donde, por desgracia, se consumaron decisiones unilaterales salvo casos particulares en que sí merecían la candidatura.
Y qué decir de las condiciones de equidad que la militancia y simpatía de Morena espera observar para garantizar piso parejo. De hecho, hasta ahora, la postura que ha tomado el gobierno ha sido ajena cuando hay, por todo el país, una descarada estrategia de comunicación y propaganda de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México que lleva más de un año sin que la autoridad electoral haga algo al respecto.
El 2023 será un buen momento para que, el árbitro electoral o el tribunal en esa materia, pongan un alto a los actos anticipados de campaña de Claudia Sheinbaum por todo el país. De hecho, esa actitud es un claro desafío que ha violado la constitución política porque hay tanta publicidad y propaganda que ha tapizado las principales ciudades del territorio nacional con pintas y costosos espectaculares que seguramente habla de excesivos gastos.
Otro de los grandes retos, para Morena, será garantizar el equilibrio entre todos los aspirantes presidenciales que son Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto y Ricardo Monreal. Ellos cuatro son, en esta fase, los aspirantes conocidos y reconocidos por la misma militancia y simpatía del partido. Pese a que tres han recibido el impulso y los halagos del propio presidente, el zacatecano ha sorteado perfectamente esa indiferencia y exclusión que no ha sido sencilla, pero hemos visto reponerse, incluso a la propia andanada declarada de Layda Sansores.
Entonces, Ricardo Monreal a pesar de vivir la segregación ha ganado terreno y reconocimiento. De los cuatro es el único que ha mostrado independencia en la narrativa, pero sobre todo la libertad de actuar y pensar en los temas legislativos pese a ser cuestionado injustamente.
Lo paradójico de ello es que, en esa fase, una inmensa estructura admiró la valentía del coordinador de los senadores de Morena habiendo votado en contra del proyecto en materia electoral no por un capricho, sino porque tenía severas inconsistencias que vulneran el marco constitucional.
Ya que hablamos del tema electoral uno de los grandes retos para la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2023 será resolver, cuando se presenten las anomalías, el sinfín de inconstitucionalidades que, seguramente, presentará la oposición para tratar de frenar esas acciones. Por ello, sin titubeos, el órgano colegiado tiene que actuar conforme a la constitución así que, llegado el momento, tendrá que desechar e invalidar porque la mayor parte del proyecto se aleja del principio jurídico y constitucional.
El 2023 será un año intenso.