Participan morelianos en serie Dale, dale, dale de Netflix
MORELIA, Mich., 23 de diciembre de 2022.- Una mesa con dulces, bebidas, algunas botanas y antojitos, todo dispuesto en un salón en Lomas del Valle, para que las personas, invitados de Talía De Niz y César Chagolla, pudieran disfrutar del primer capítulo de la serie Dale, dale, dale, que estrena la plataforma Netflix.
Es el primer capítulo de siete que tiene la temporada. Ahí, el equipo conformado por Talía De Niz y César Chagolla, representa a Michoacán en un concurso peculiar; la elaboración de piñatas, un asunto artesanal y actual a la vez, muy para la temporada.
La cita era a las 17:30 horas, y a esa hora solo habían llegado pocos familiares y amigos. En un costado del salón, en la parte techada, se colocaron unas 30 sillas, se dispuso de un proyector y una pantalla para la exhibición, y así ver el primer capítulo.
Fueron llegando los invitados poco a poco, y solo hubo abrazos y alegría al felicitar a los participantes de este reality. Hay camaradería y un ambiente festivo, todo preparándose para, en breve, ya disfrutar del programa.
Después de un rato de botanear, platicar, echarse alguna bebida, los invitados se sentaron en las sillas para comenzar la exhibición del primer capítulo, y de esta manera compartir con Talía y César, su participación en este programa que puede encontrarse en la plataforma de Netflix.
Pero antes de la exhibición, los jóvenes manifestaron a sus invitados que a través de este programa tendrían la oportunidad de ver casi como son, conocer cosas de ellos, que por lo regular no se ven.
Dijeron también que significa mucho para ellos haber participado, la presencia de los invitados, y aunque la grabación de los programas fue complejo, le pusieron mucho amor, no se pelearon, todo bien, "quizá un poco", aclararon.
Talía llamó acto amoroso al hecho de que César la acompañara a participar, y él expuso que pese a no ser fan de las piñatas, y ahora menos, participar le sirvió para darse cuenta del trabajo que realizaba su amiga Talía, y en sí, el programa era un gran homenaje a su trabajo artesanal, de un producto que dura una fiesta y se rompe.