Día de la Reconciliación
“Si quieres hacer la paz con tu enemigo tienes que trabajar con él. Entonces se convierte en tu compañero.”
Nelson Mandela.
En Sudáfrica, desde 1995 se celebra el 16 de diciembre el Dia de la Reconciliación, por impulso del entonces recién electo Presidente Mandela; con lo que Madiba pretendía reconciliar a la población negra con la población afrikáner (blancos). Labor titánica después de décadas de opresión y discriminación por parte de estos últimos. El apartheid había sido abolido apenas unos años antes (1992).
Curiosamente, la efeméride tiene su origen en una festividad de triunfo bélico de los afrikáners sobre los zulús en el siglo XIX -Batalla del Rio Sangriento-. Por años, los afrikáners celebraron esta fecha, con distintos nombres (Día de Dingane, Dia del Pacto y Dia del Juramento), como un festejo que reafirmaba su nacionalismo y su supremacía.
Justamente por la importancia y connotación de superioridad que los afrikáners inyectaban a su celebración, siendo una minoría, la mayoría de raza negra dio a esa fecha su propio significado, el de lucha contra la discriminación y el opresor. Muestra de ello es que el Umkhonto we Siswe, brazo armado del Congreso Nacional Africano, cometió su primer acto de sabotaje un 16 de diciembre, el de 1961.
Como pueden observar, la misma fecha tenía una connotación no solo distinta, sino contrapuesta. Mandela, grande como siempre, no pudo escoger mejor fecha para darle el significado de unidad y reconciliación que consideraba necesaria para cerrar las heridas raciales e impulsar el desarrollo del país, que bajo una nueva distribución socioeconómica significaría el desarrollo de los suyos.
La frase que introduce el presente texto describe la visión de Mandela para el futuro de su país; era una visión de estadista, alejada de resentimientos y revanchismo. No pretendía cambiar solamente de lugar al opresor para hacerlo el oprimido y viceversa; ello, a pesar de las presiones de su propia gente en este sentido. De haber cedido, se hubiera convertido en lo que mismo que había combatido toda su vida adulta.
Gran ejemplo sudafricano que nos invita a todas y todos los mexicanos a la unidad y la reconciliación. Es importante entender que el presente esta imbuido de buena voluntad y sentido de clase y que en el pasado hubo buenos momentos y deseos.
Entender también que en el presente también vivimos equivocaciones y problemas y que en el pasado hubo excesos. La vida, y sobre todo en política, no es de buenos y malos, es de gente común y corriente, que sueña, ambiciona, acierta y se equivoca, unos mas que otros, pero esto sucede en todos los colores de nuestro escenario político; nadie tiene la exclusividad de la santidad ni de la vileza.
Otrosí: Mis mejores deseos en estas fiestas decembrinas y para el año venidero para mis contados lectores y lectoras; y para los que ni me topan, pues también lo mejor siempre.