Hanna estaba con Diego cuando se deshizo de los objetos de Jessica
MORELIA, Mich., 18 de noviembre de 2022.- Presuntos antecedentes de interés por la comisión de conductas sexuales violentas habría manifestado Diego Urik, imputado por el feminicidio de Jessica González Villaseñor, previo a la agresión donde la joven docente fuera asesinada, en septiembre de 2020.
Esto, de conformidad con el testimonio rendido por Hanna S., amiga de Diego Urik, que por vez primera declaró ante el tribunal en la continuación de la audiencia por el juicio oral de la causa penal 1404/2020.
Hanna S. señaló que hacia inicios de 2020, Diego Urik le aseveró que habría ahorcado a una amiga, para enseguida afirmar que su dicho fue una "broma" para evaluar su reacción.
Asimismo, señaló que en por lo menos en tres ocasiones el imputado por el feminicidio de Jessica González fue agresivo verbalmente, al utilizar para referirse a ella términos como zorra o puta.
Destacó que, en una oportunidad, intentó ahorcarla y pegarle con un cable, como parte de la actividad sexual que hasta ese momento era consensuada.
Pese a que no mantenían una relación de noviazgo o pareja, ya que Diego Urik sostuvo relación con varias mujeres durante la vigencia de su amistad con Hanna S., sí esperaba que ella no tuviera otros vínculos y se mostraba en ocasiones posesivo.
Hanna S. calificó la relación con Diego U. como "tóxica" y reconoció que dentro de esta se presentaron eventos de agresión.
Tras la exposición de su declaración ante el juez Ariel Montoya Ramírez, durante el interrogatorio conducido por el agente del Ministerio Público, la defensa de Diego Urik buscó establecer que el testimonio derivaba del aprovechamiento de un criterio de oportunidad, ya que Hanna S. podría ser investigada por presunto encubrimiento del feminicidio de González Villaseñor.
Agregó que la presión social en un caso mediatizado por los últimos dos años llevaría también a la amiga del imputado a la decisión de rendir su testimonio.
No obstante, Hanna S. aseguró que fue su determinación acudir a declarar para exponer la sucesión de hechos que rodearon el feminicidio de Jessica González, desde su perspectiva.
El asesinato de Jessica
De acuerdo con el testimonio de Hannah S., no conoció el feminicidio de Jessica González y su vinculación con Diego Urik hasta el 23 de septiembre de 2020, a través de una conversación con Diego S., también amigo del imputado.
Esto, pese a que se mantuvo cerca de Diego Urik desde la tarde del 21 de septiembre de ese año, cuando se registró el asesinato de la joven.
Explicó que el 21 de septiembre de 2020 recibió una comunicación de Diego Urik, donde le pedía verse porque "tenía algo que contarme".
Por tanto, arribó al domicilio del ahora imputado hacia las 21 horas, para notar un comportamiento que consideró extraño, al igual que de parte de Diego S. y Jair, amigos de ambos.
Si bien la reunión tenía por objetivo explicar algo, Diego Urik se negó a abundar en detalles con el argumento de proteger a su amiga, y Hanna S. optó por revisar el coche de Diego Urik para intentar inferir la causa de su comportamiento extraño, donde encontró una botella de tequila vacía y una bolsa negra que contenía, según escuchó, artículos de fútbol americano.
A petición de Diego Urik y tras la partida de sus amigos, Hanna S. se quedó en la casa de aquel para dormir; ya en la recámara del ahora imputado, detectó que este recibió dos llamadas telefónicas de una mujer que le preguntaba por Jessica, a quien dijo no conocer.
Luego de informar que se habían visto y separado hacia las 18 horas de ese día, Diego Urik pidió a la joven que saliera con él a "hacer unas cosas y a fumar", para lo que tomó la bolsa negra de su portaequipajes y condujo el vehículo de su madre.
En recorrido por la zona aledaña a Altozano, Diego Urik se deshizo de diversos objetos dentro de la bolsa negra en las inmediaciones de la avenida Amalia Solórzano, para regresar a su domicilio cerca de las 2 horas del 22 de septiembre.
Hanna S. detalló que ese día acudieron a su casa, donde Diego Urik recibió otra llamada, de un varón, que le solicitaba acudir a declarar a la Fiscalía General del Estado (FGE).
Además, el imputado buscó alterar el reloj de los teléfonos móviles y pidió a su padrastro la asesoría de un abogado, cuyo consejo fue que regresara a su hogar.
Hanna S. mencionó también el envío del vehículo de Diego Urik a un autolavado para su aseo profundo y su retiro a la casa de sus abuelos para aislarse, debido a la identificación de materiales en Facebook que la responsabilizaban como cómplice de la entonces desaparición de González Villaseñor.
En ese sitio fue que recibió una llamada de Diego Urik, donde se lamentaba de que "sería mi último día normal", pero sin explicar la causa de su preocupación.
Fue hasta el 23 de septiembre de 2020 que, en una charla con Diego S., supo que en el portaequipajes de Diego Urik se encontraba una mujer sin vida, lo que estimó a causa de que "tenía espuma en la boca".
"Diego Urik la envolvió en la sábana que usaba para proteger los asientos del automóvil del movimiento de su perro, y se la llevó a la maleza, para retornar lleno de rasguños y sangre", habría referido Diego S., según Hanna S.