López Obrador abre el juego presidencial
El presidente López Obrador tardó más de un año en pronunciar- sin pregunta expresa- el nombre de Ricardo Monreal en la tribuna de la mañanera, una vez que, el propio mandatario, abrió el compás del juego sucesorio prácticamente a la mitad del camino de su sexenio. Un hecho atípico, pero al final una realidad que daba lugar a una competencia o, quizá, una hostilidad innecesaria desde el seno de Morena en ese intento por posicionarse en el radar social.
Fue un error haberlo hecho, como haber mencionado algunos nombres. Así, muchos mostraron su posición, pero hubo quienes, por legítimo derecho, levantaron la mano al verse obligados hacerlo en esa carrera presidencial pues no sólo representaba una desventaja el simple hecho de no ser mencionados, sino también una injusticia por ser, para el movimiento, un personaje clave en la lucha democrática como el caso de Ricardo Monreal.
En un principio, eso provocó mucha confusión entre la propia clase política pues la suspicacia comenzaba a invadir los fragmentos de las columnas de opinión de qué podría venir una imposición desde la cúpula del poder. Esa teoría fue acompañada de muchos testimonios como invitaciones, elogios, impulso en la mañanera y otro tipo de posicionamiento que abría la sospecha que tan solo tres aspirantes estaban en el ánimo del presidente Obrador.
Bien lo dijimos hace un par de días a través de otro espacio de opinión: sería una pena y una gran decepción que, desde la cúpula del gobierno, se tome una decisión unilateral para elegir al próximo candidato de Morena en vísperas de la sucesión presidencial. Nada puede justificar ese hecho, incluso, ni siquiera una determinación del presidente pues de él, debe nacer la iniciativa de garantizar condiciones democráticas para los cuatro aspirantes a la silla presidencial que son justamente: Marcelo, Claudia, Adán Augusto y Ricardo Monreal.
A propósito, ese momento llegó ayer en conferencia matutina. Por fin el presidente nombró a Ricardo Monreal en la baraja de nombres que pueden encabezar la candidatura de Morena. Muchos se preguntarán por qué hasta ahora. De hecho, desde la opinión del redactor de esta columna era un acontecimiento inminente que tenía qué pasar de un momento a otro.
Es muy claro que Ricardo Monreal cumple con esas características presidenciales que son indispensables para encarar este tipo de ejercicios. Desde luego que éste es mérito del zacatecano que no bajó la guardia ni claudicó en esa lucha interna por estar en esa lista de presidenciables que, sin duda, se fortalecerá una vez que el presidente lo consideró de viva voz porque se suma, con otros tres nombres, al ánimo de López Obrador que lo reconoció o, más bien, le hizo justicia a Monreal.
Qué mejor que desde la máxima tribuna de información que es la mañanera presidencial se haya reconocido un hecho inminente que comenzaba a ser un reclamo social, especialmente de las propias bases del partido de Morena que alzó la voz para pedir piso parejo.
Tras haberse pronunciado en ese sentido, el presidente abre el juego sucesorio hacia otras latitudes. Me refiero a otros perfiles que, sin lugar a dudas, históricamente lo merecen no por ser un capricho personal, sino un derecho legítimo que el propio Andrés Manuel vivió en ese camino para llegar a la presidencia.
Él más que nadie sabe lo que significa la segregación. Tal vez esa parte contribuyó para corregir lo que mencionó sin decir los nombres: en el juego presidencial están Marcelo, Claudia, Adán Augusto y el coordinador de los Senadores de Morena, Ricardo Monreal a quien, por cierto, sí pronunció.
Ahora, el gran reto será, como todos esperamos, un proceso limpio y transparente donde verdaderamente reine la democracia. Se pueden poner de acuerdo para definir mecanismos de elección pues la encuesta es, hoy por hoy, un instrumento incierto y poco confiable porque hay testimonios y evidencias de que se han cometido injusticias.
Notas finales Ricardo Monreal Ávila, agradeció al Presidente de la República el hecho de que lo haya mencionado como un aspirante en la lucha por sucederlo.
“Me parece correcto, es muy fuerte su opinión y es un paso que damos en la concordia y en el proceso de reconciliación que necesita México”.
Con su referencia, Monreal destacó, “les puedo decir a los militantes de Morena que eso me permite que no me excluyan y que tampoco me descalifiquen en esta lucha legítima por la Presidencia de la República”.