Libros de ayer y hoy
OEA, INE, prietos en el arroz
Teresa Gil
Dos organismos que están involucrados directamente con la democracia, uno internacional, la Organización de Estados Americanos (OEA) y el otro, interno, el Instituto Nacional Electoral (INE), dan de si en su bochornoso desempeño y deben de ser ajustados. Tanto Luis Almagro Lemes como Lorenzo Córdova Vianello, deben de ser removidos, en el primer caso llegar incluso a la desaparición del servil organismo y en el segundo, ser sometido a una limpieza legal de urgencia. Las características de ambos se vinculan y en el primero de los casos llegan a extremos de gravedad, porque la intermediación de un organismo que debería impulsar cambios, promover derechos humanos y en general ser paladín de la democracia en el continente, ha llegado al extremo de vulnerar esos principios y generar por si mismo la devastación de ellos. Lo vimos en el golpe en Bolivia y otros casos.
PUNTO FINAL DE LA OEA. EL ORGANISMO DEBE DESAPARECER
La vida de la OEA, como organismo inepto para encabezar los designios del continente americano, ha sido signada desde hace tiempo. No solo desde que el uruguayo Almagro tomó posesión de ella. De hecho desde sus principios fue un organismo ligado a Estados Unidos, una especie de ojos y oídos del país del norte y ajustador siempre a los mandatos del presidente estadounidense. En el caso de Almagro ha llegado a extremos descarados. Por la vida de la OEA, desde 1948 cuando fue fundada, han pasado dictaduras, guerras como la de las Malvinas, golpes de estados, presidentes espurios y desde su perspectiva de organismo con directriz ajena, se ha acumulado en las tierras americanas la más inicua pobreza. Lo vemos en la extrema migración de la que México es una de las principales víctimas. La descripción más certera de lo que es la OEA, fue dada desde la sede de México y desde el actual gobierno. Se planteó directamente su desaparición durante la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) realizada en el país con la presidencia en manos de México, en septiembre del 2021. Al respecto se ha propuesto un organismo en el que no figuren Estados Unidos ni Canadá y sea solo latinoamericano. La intervención de la OEA, aliada al país del norte que se asume dueño del continente, no sirve ya a los latinoamericanos. El caso también estuvo expuesto en el fracaso reciente de la IX Cumbre de las Américas convocada por Joe Biden a la que no asistió AMLO. A nivel México, el embajador estadounidense Ken Salazar que se mueve aquí como Pedro por su casa, debería de ser el vocero en este caso ante su gobierno. Pero ni en las duras reflexiones contra la OEA en la CELAC del 2021 en México, lo hizo.
EL INE ACTUAL DEBE DESAPARECER: PROCESOS ELECTORALES DIFERENTES
Los informes sobre los gastos suntuarios del INE, en un país que trata de alargar su presupuesto a los problemas más urgentes, causa indignación pública. En cada informe, con pelos y señales de los dispendios de un sector enmarcado inicuamente en una ley absurda, se expone a partir de su propio Órgano Interno de Control y otros también fundados y esa lista ha sido larga y tendida. Periódicamente se señala ese gran dispendio sin que la ley que protege a los vivales que integran el INE con pocas excepciones, sea tocada. Son las herencias dejadas en el manejo de un derecho utilitario que se expresa en muchas leyes hechas a modo. La propuesta de un cambio legislativo que conforme un organismo acorde a las necesidades del país y desarrolle una auténtica democracia electoral, está en proceso. Eso ha generado mayor iniquidad en el seno del instituto, al grado de que la propuesta actual de presupuesto se basa incluso en partidas futuras de elecciones no enmarcadas, como una especie de burla. Lo último sobre los datos dados a conocer la primera semana de este mes, ha causado revuelo interno, desahogos y mentís de los beneficiados de ese organismo. Con el sustento de una democracia como son los procesos electorales, que está en esas manos, donde se prohijan además vinculaciones afrentosas, no se pueden esperan procesos justos. Más cuando el botín que es para muchos el presupuesto, está en juego en la búsqueda de un retorno en el 2024.