Juez admite pruebas contra Diego Urik en caso del feminicidio de Jessica
MORELIA, Mich., 11 de julio de 2022.- Envuelto en una sábana azul, entre un hacha y una bolsa de mano color rosa, en la cajuela de un automotor, habría visto José J. el cuerpo de Jessica González Villaseñor, a poco tiempo de ser asesinada, el 21 de septiembre de 2020.
Este lunes 11 de julio, tuvo lugar la continuación de la audiencia de debates del juicio oral en contra de Diego Urik, por el feminicidio de Jessica González Villaseñor, donde expuso su testimonio José J., amigo del imputado y quien habría estado presente en los momentos subsecuentes a la comisión del crimen, cuando el presunto responsable se desembarazaba de los restos de la docente de primaria.
A las 13:32 horas dio inicio la sesión, con el arribo de Ariel Montoya Romero, juzgador a cargo de la causa penal 1404/2020, para conocer la información que aportaría José J.
Destacó que el pasado 21 de septiembre de 2020, cuando Diego Urik se comunicó para informar que había finalizado su relación sentimental, por lo que le solicitó una reunión, a la que acudió otro amigo también llamado Diego.
Aseveró que Diego Urik se escuchaba alterado, y en breve conoció el motivo, que fue la presencia de un cuerpo que, en un primer momento, asumió, sería de un animal, para luego percatarse por los pies, que la sábana color azul que le servía de envoltorio no alcanzaba a cubrir, que se trataba de una mujer.
El ahora imputado, prosiguió José J., solicitó la ayuda de sus amigos para una actividad no especificada, a lo que se negaron, por lo que luego se retiró Diego a su domicilio y pedirles le acompañaran.
“Hablaba como si nada hubiera pasado; su mamá lo saludó y él respondió completamente normal, inclusive le comentó que no había logrado recuperar su relación sentimental”, señaló.
El testigo agregó que, tras darse una ducha y cambiar sus ropas, una playera, un pants y unos tenis, retornaron al vehículo que conducía Diego Urik, donde detectaron un bolso color rosa, de dama, del que extrajo una cartera y 200 pesos, que guardó entre sus pertenencias, para posteriormente acudir al casino y apostar con este dinero.
Si bien Diego y José J. le siguieron al casino, permanecieron en el área de cajas, para retirarse más tarde, con el argumento de que carecían de permiso para continuar la reunión.
Cuestionado en torno de cómo asumió que los restos envueltos en la sábana azul pertenecían a Jessica González, José J. mencionó que no conocía a la joven maestra, inclusive que en un primer momento temió que la víctima fuese la exnovia de Diego Urik, hasta ver en redes sociales y medios de comunicación las alertas de búsqueda de González Villaseñor.
Además de referir el detalle de los hechos que habrían seguido al feminicidio, José J. indicó que, si bien no habría detectado signos de conducta violenta por parte de Diego Urik, sí le habría escuchado en reiteradas ocasiones expresarse de manera denigrante de las mujeres, con vocablos como perra y puta.
“Alguien le preguntó que por qué no había matado a un perro en lugar de una mujer, y él respondió que no, pobres perritos”, aseveró.
Precisó que en el lapso de amistad con Diego Urik, había sabido de tres parejas sentimentales y una cifra no estimada de mujeres con las que sostenía relaciones sexuales ocasionales o informales.
Cabe señalar que José J. ha sido imputado por encubrimiento por conocimiento, y fue hasta el pasado 26 de septiembre de 2020 que prestó su primera declaración a la Fiscalía General del Estado (FGE), a la que siguieron otras declaraciones de aclaración o ampliación de datos.
El juzgador admitió como medios de prueba los elementos recabados tras el hallazgo del cuerpo inerte de la joven, en un área boscosa al sur de Morelia; la sábana azul que habría envuelto sus restos, un hacha, la bolsa rosa de mano de su propiedad, la ropa y el calzado de Diego Urik, que utilizaba durante el feminicidio.
La audiencia será retomada el próximo 9 de agosto, con la presentación de nuevos testigos y medios de prueba.
Jessica González fue reportada como desaparecida el 21 de septiembre de 2020, y su cuerpo se localizó el 26 del mismo mes y año; Diego Urik fue relacionado al poco tiempo con el feminicidio, y aprehendido para ser procesado.