Relación de México y Estados Unidos en su peor momento
Resulta evidente que la relación entre Estados Unidos y México pasa por su peor momento, para Estados Unidos las políticas del presidente mexicano comienzan a perturbar sus intereses económicos y geopolíticos, se han vuelto incómodas con diferencias abismales difíciles de solucionar, al menos mientras esté López Obrador en el poder.
La actitud asumida por mandatario mexicano en amenazar con no acudir a la Cumbre de las Américas que se llevará a cabo el mes de Junio próximo en Los Ángeles, California, ha llegado al límite de la paciencia del gobierno de Joe Biden.
Resulta que el presidente de México quiere que acudan Cuba, Nicaragua y Venezuela, enemigos de Washington y acusados por la comunidad internacional de ser narcoestados, naciones antidemocráticas, donde no se respetan los derechos humanos de los disidentes.
Ante el amago, el gobierno estadunidense respondió de inmediato a la presión de López Obrador a través del jefe de la diplomacia para las Américas, Brian Nichols quien externó que los países que no respetan la democracia y los derecho humanos, no serán invitados a la cumbre continental.
Hasta hoy, el gobierno de México no ha recibido la invitación formal para la cumbre según lo confirmó el Canciller Marcelo Ebrard y justificó que por ese motivo, aun no se decide si asiste o no el presidente López Obrador.
De manera extraordinaria, la Casa Blanca enviará esta semana al asesor de la Cumbre de las Américas, Christoper Dodd, quien se reunirá con el canciller Ebrard y seguramente con el presidente López Obrador.
Habrá que ver de qué forma el gobierno de Estados Unidos reprocha al mandatario nacional su intento de boicot a la misma, lo acusa de incitar a los gobiernos de Honduras, Bolivia, Argentina, Brasil y Chile a no acudir si Cuba no es parte de la reunión.
Además, se sienten muy incómodos con las recomendaciones para que modifiquen su política exterior hechas por el tabasqueño, pues dijo que es la misma desde hace 200 años.
En suma, son más los desencuentros que los aciertos entre ambos gobiernos, relaciones que seguramente se deteriorarán aún más, ahora que el Departamento de Estado ha mostrado su preocupación por las “consideraciones” que tiene el mandatario mexicano con los miembros de los grupos criminales del país.
Saben que esa política traerá consecuencias para su política migratoria y de seguridad, donde son inflexibles.