Control cupular contra dirección institucional, los 2 frentes en Morena
MORELIA, Mich., 24 de abril de 2022.- En la disputa por la dirigencia estatal de Morena Michoacán se visualizan dos frentes: de un lado, la cúpula que busca mantener el control de facto, y del otro, quienes buscan activar la maquinaria de órganos internos para dar una dirección institucional y colegiada, más que político cupular, a las decisiones del partido.
La autoproclamada dirigente de este instituto político en el Estado, Ana Lilia Guillén, asegura que el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Mario Delgado Carrillo, es el más interesado en que no operen los órganos de dirección y gobierno de Morena, para poder seguir con la designación de delegados a discreción y conveniencia.
“A alguien le interesa la desorganización. […] A Mario Delgado le conviene […] porque es mucho más fácil manipular; quieren mantenerlo así, esto les da oportunidad de nombrar delegadas o delegados; en Michoacán hemos tenido cinco delegados y ¿qué beneficio hemos obtenido? Nada”, expresó Ana Lilia Guillén.
Entrevistada este domingo, en el marco del arranque de una campaña de afiliación al partido, la exdiputada señaló que entre la cúpula de Morena hay interés en frenar la actualización del padrón de afiliados, a fin de sabotear la operación política e institucional del Consejo Político Estatal, máxima autoridad del partido.
Ana Lilia Guillén ejemplificó con el caso del ex delegado de Morena en Michoacán, Sergio, Yeyo, Pimentel, a quien señaló de infringir presión contra los consejeros políticos para que no acudiesen a las sesiones, a fin de sabotear el quorum y mantener el control cupular y de facto en el partido.
“Hace dos años, Yeyo impedía a los compañeros que fueran a los consejos, ¿por qué hacía esto Yeyo?, porque él era el delegado, y a él le convenía tener el control y no que el Consejo Político Estatal le estuviera monitoreando sus acciones”, expresó la exdiputada.
La disputa por la dirigencia de Morena en Michoacán empezó el 3 de abril, cuando una facción del Consejo Político Estatal nombró a Ana Lilia Guillén como la nueva dirigente, lo que implica la deposición de la delegada en funciones de presidenta, Giulianna Bugarini Torres, quien por su parte asegura que esa sesión fue ilegal, por lo que pregona que sigue siendo la lideresa, y a su respaldo a salido Mario Delgado Carrillo.
En el pleito por la dirigencia estatal de Morena será el Instituto Nacional Electoral (INE) el que diga la última palabra, pues como instancia reguladora de los partidos políticos deberá reconocer o no la legalidad de aquella sesión del 3 de abril.
Aunque asegura que no hay hendija legal que pueda intentar argumentarse para invalidar la sesión del Consejo Político Estatal del 3 de abril, a pregunta expresa, Ana Lilia Guillén ha advertido que en caso de no ser favorecida acudiría a los tribunales y que, si no obtiene un fallo a su favor, quedarán en entredicho la legalidad y democracia al interior de Morena.