Mostrará estudio prehispánico vestigios arqueológicos en Michoacán
TZINTZUNTZAN, Mich., 21 de abril de 2022.- El escaneo de más de 60 kilómetros cuadrados y el estudio de la estructura genética de población, mostrarán abundancia de vestigios arqueológicos de la franja que va de Quiroga a Pátzcuaro, y en ellos podrá apreciarse mejor la presencia purépecha prehispánica, aseguró José Luis Punzo Días, coordinador del proyecto e investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El primer estudio estará disponible a finales de año, pero ya cuenta con el mapeo de más de mil hectáreas en la zona central de Tzintzuntzan, entre los cerros Yarahuato y Tariácueri, donde da cuenta de “más de mil estructuras arqueológicas bien identificadas”, entre terrazas, casas, áreas de juego y otras.
El estudio financiado por el INAH y el Conacyt, y respaldado por la Universidad de Houston, ha avanzado con el mapa de toda la ciudad prehispánica de Tzintzunzan, mediante el uso de tecnología LIDAR que, mediante escáner terrestre y aéreo, permite el levantamiento topográfico al traspasar la vegetación y dejar el terreno al natural. El estudio más amplio abarca la zona ribereña entre Quiroga y Sanabria, en las inmediaciones de Pátzcuaro, y cubre más de 60 kilómetros cuadrados, informó el investigador.
A la par se realiza una investigación genética, en coordinación con la Universidad de Harvard y National Geografic, a partir de distintos entierros, tanto de los primeros descubiertos 90 años atrás, como el osario ubicado frente a la yácata cinco, como de los más recientes, encontrados en predios de Tzinzunzita y la Zarzamora.
Se trata de la investigación biológica de 400 individuos, que permitirá determinar la estructura genética de la población prehispánica y, así, saber más de su origen, ya sea que estuvieran asentados en la ribera o que vinieran de otras áreas del territorio purépecha, o de “grupos fuereños”. Y aunque los investigadores están a la espera de los primeros resultados de laboratorio, el producto terminado se presentará, también, a finales de año.
Además de la dimensión de la prehispánica ciudad de Tzintzuntzan, construida en sucesivas terrazas y grandes plataformas, lo “más importante del descubrimiento, es que Tzintzuntzan fue una gran ciudad pluriétnica, de la que se sabe poco de su vida cotidiana. Seguramente se hablaban muchísimas lenguas y convivía mucha gente”, estimó Punzo Días.
En entrevista con Quadratín, y dados estos dos grandes proyectos, el investigador considera que 2022 terminará como un gran año para la arqueología michoacana.
No obstante, piensa que falta más conciencia de pobladores en relación con esos vestigios arqueológicos, ya que están en sus terrenos, y de haber más interés se facilitaría el registro, por lo cual propone que se involucren otras instancias municipales, estatales, organizaciones civiles y demás, que faciliten la difusión, la reflexión y el cuidado de estos vestigios.