El nuevo orden internacional
Los recientes acontecimientos internacionales que han sacudido al mundo entero como la pandemia del virus del Covid-19 y la reciente invasión rusa a Ucrania, muestran lo frágil que se ha convertido la paz, incluso la sobrevivencia de los humanos como especie.
Confirma que pese a la globalización, los organismos internacionales como la ONU o la OMS y muchos otros se han corrompido y han dejado de ser totalmente inoperantes.
Estos organismos han sido rebasados por la nueva conducta humana, preocupada cada vez más en su propio bienestar y haciendo a un lado valores como la honestidad, la solidaridad y el respeto, aspectos donde éstas instancias internacionales están reprobadas.
La Organización Mundial de la Salud, dependiente de la ONU y fundada en 1948, que tiene como finalidad gestionar políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial en la salud, ha sido acusada en repetidas ocasiones de estar al servicio de las corporaciones farmacéuticas internacionales que controlan todos los aspectos del desarrollo médico en el mundo, desde la investigación científica hasta la distribución de los medicamentos a nivel global.
El principal reclamo contra la OMS proviene de la comunidad médica científica independiente, de universidades y centros privados de investigación que aseguran la existencia de medicamentos que curan enfermedades como el SIDA y el Cáncer y que no son patentados por el gran negocio que representa para los Corporativos, Gobiernos y Hospitales Privados, la atención de dichos padecimientos.
Con la aparición del Covid-19, nuevamente la OMS mostró su parcialidad en el manejo de la información y en las investigaciones que realizaron sus expertos en China para conocer el origen del virus.
Pese a la gran coincidencia de que el Instituto de Virología de Wuhan -donde se investigan los virus más letales del planeta y se encuentra en la misma ciudad donde inicio el Covid-19- la OMS nunca vinculó al gobierno chino con la aparición del bicho responsable de la pandemia.
China es uno de los grandes patrocinadores de la OMS y uno de los países que realizan múltiples investigaciones de virus infecciosos mortales por lo que el gobierno de Estados Unidos nunca ha descartado la posibilidad de que el Covid-19 fue fabricado por los chinos.
El silencio de la OMS sobre el asunto, hace suponer que su posición está comprometida y entonces deja de tener un valor real para la población mundial.
Mientras que la ONU cuya finalidad es preservar la paz, proteger los derechos humanos, establecer el marco de la justicia internacional y promover el progreso económico y social, no ha podido detener los más de 100 conflictos armados entre países o guerras civiles que se han presentados desde su fundación en 1946 a la fecha.
El Consejo de Seguridad fue diseñado en una era diferente, después de la Segunda Guerra Mundial, con un sistema de membresía y veto que en última instancia ha restringido su efectividad para enfrentar este conflicto global. Otras partes de la ONU han respondido de manera más efectiva a las crisis humanitarias y de refugiados que ha creado la guerra.
Esta es la crisis más grande que ha golpeado a la ONU desde el final de la Guerra Fría, y es posible que esto marque el comienzo de una especie de ruptura fundamental entre las grandes potencias que hará que la diplomacia de la ONU vea mucho más difícil avanzar.
Desde la crisis de los misiles soviéticos en Cuba en octubre de 1962, que estuvo a punto de ocasionar la Tercera Guerra Mundial, todo mundo sabe para quién trabaja la ONU.
En suma es inminente el derrocamiento de estos organismos por su falta de eficacia y tal vez, no muy lejos, la presente generación podamos ver el surgimiento de un Nuevo Orden Internacional que con el avance tecnológico es inevitable.