¿Para qué nacionalizar el litio?
Como ya se había adelantado y tras ser desechada la reforma constitucional en materia eléctrica, el Presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Congreso reformas a la Ley Minera, misma que fue aprobada por 298 votos a favor y 197 abstenciones de la oposición PRI, PAN Y PRD que abandonaron el pleno.
El Presidente buscó que el litio quede como propiedad de la nación, asegura que este mineral es ambicionado por diversas empresas extranjeras que quieren hacer negocio en nuestro país.
El Litio, mejor conocido como el “oro blanco”, ha tenido desde hace varios años una gran demanda pues se utiliza para la elaboración de baterías eléctricas. Además, no todos los países cuentan con este mineral, solo algunas naciones pueden presumir que tienen reservas de litio.
Bolivia es el país con reservas más grandes de litio en el planeta, cercanas a 21 millones de toneladas, seguido de Argentina, Chile, Estados Unidos, Australia, China y México.
De acuerdo con la Secretaría de Energía, México se encuentra entre los 10 países con reservas potenciales de litio. Según la dependencia, nuestro país cuenta con el 2 por ciento de las reservas mundiales del codiciado material.
Los estados de Sonora, Zacatecas, San Luis Potosí y Baja California, son algunos de las entidades donde se estudia la existencia del litio.
Con la reforma promovida por López Obrador, se prevé que el litio sea un bien de la nación, por lo cual no se podrá otorgar concesiones para su explotación.
El mineral es considerado como el nuevo petróleo y en el cual se basa la nueva generación de energías usadas en autos, telefonía celular y de uso doméstico.
No obstante, esta reforma resulta innecesaria, toda vez que, el Artículo 27 de la Constitución Mexicana, que se refiere a las disposiciones en materia de la propiedad de la nación, modalidades y prohibiciones a la propiedad privada y explotación de recursos naturales, es muy clara al respecto.
El Artículo 27 dice en suma que corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental; de todos los minerales o substancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos.
También indica que todos los yacimientos, minerales u orgánicos; los combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos situado en el territorio nacional, son propiedad de la nación.
Así que la nacionalización del litio que promovió López Obrador sale de sobra, es puro protagonismo, simplemente será un adorno más en su discursiva fantasiosa de intentar estar a la altura de los próceres nacionales.