Todo el poder
Para declarar inconstitucional Ley de la Industria Eléctrica se requerían ocho de los once votos de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y eso no ocurrió en la sesión de ayer del máximo tribunal del país.
La mayoría de los artículos impugnados alcanzaron seis votos y algunas fracciones de la legislación impugnada alcanzaron siete votos en contra y en algunos casos hasta 10 votos, pero no hubo una determinación integral de declarar inconstitucional la norma en materia del servicio eléctrico.
Quiérase o no el hecho constituye un logro para el presidente López Obrador, quien, previo a la consulta de Revocación de Mandato, no descartaba un golpe jurídico por parte del pleno de la Corte. Por eso tuvo que salir hace unos días con esa frase que retrasa su administración y, más, su personalidad:
“Que no me vengan a mí con que la ley es la ley. Que no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley”, dijo.
De hecho este jueves fue un día de resultados positivos para la 4T y para el propio jefe del Ejecutivo, por las decisiones tomadas en diversos frentes, pero que, integrados, fortalecen su posición política personal.
La primera decisión vino directo de Nueva York, en donde López Obrador mantuvo su determinación de abstenerse de votar a favor de sacar del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a Rusia.
UN DIA REDONDO
Aunque Rusia sí fue expulsada como país, México, junto con 58 países más no voto a favor de esa exclusión.
El jueves por la mañana el propio presidente adelantó la postura que validó el representante de México, Juan Ramón de la Fuente, en el sentido de que no se puede negociar un acuerdo de paz Rusia-Ucrania si no está presente en la mesa de negociaciones.
Pero más allá del voto, que ha sido duramente criticado, por lo que representa, analistas internacionales advierten un endurecimiento del trato de Estados Unidos a México, que a pesar de ser su vecino y principal socio comercial, lo dejó solo en esta determinación que ha sido leída como determinante para aislar a un más a Rusia y obligarla a parar las masacres en Ucrania.
La otra buena noticia vino desde el ámbito interno, en donde cuatro ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; la recién electa y exdiputada federal del PT, Loretta Ortiz, por cierto, esposa de Francisco Ortiz Pinchetti, cercano colaborador de AMLO y actualmente Fiscal de asuntos Electorales; Jazmín Esquivel, esposa de José María Rioboo, asesor presidencial en infraestructura; y el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, con su voto establecieron la constitucionalidad de la Ley de Energía Eléctrica, aprobada en marzo del 2021.
Con la decisión de la SCJN se abre el camino para que aumente la presentación de amparos por parte de empresas, especialmente, sobre aspectos concretos de la operatividad.
LA REVOCACIÓN, LO QUE VIENE
Empoderada por el voto de estos cuatro ministros, la Cámara de Diputados se apresta a votar en los próximos días la iniciativa de Reforma constitucional en materia de energía eléctrica propuesta por el Ejecutivo Federal y que constituye un paso adicional a la ley del 2021.
Para decirlo en blanco y negro, si la Ley del Servicio Eléctrico ya establecía claras restricciones a la iniciativa privada nacional e internacional en materia de energía eléctrica, la Reforma Constitucional que se debate en el Congreso de la Unión incluye acciones más enérgicas en cuanto al uso de energías limpias y la participación de capital privado. Incluye incluso la desaparición de los órganos reguladores.
Se vaticina, por tanto, la aprobación de la Reforma Constitucional en materia de energía eléctrica, a pesar de que el gobierno de Estados Unidos ha buscado por diversas vías y formas disuadir al gobierno de López Obrador de aprobar dicha reforma, ya que, observa, se verían afectadas inversiones privadas del orden de los mil millones de dólares, recursos que serán reclamados hasta que se cubra el último dólar. Las indemnizaciones que reclamará EU son multimillonarias: 10,000 MMD.
Hay, por la vía de los hechos, un empoderamiento institucional y fáctico del presidente de la República, tanto en asuntos de índole interna como externa, como se puede observar.
Sin embargo, lejos de resultar del todo positivo, aunque muchos en Morena, entre sus colaboradores de la 4T y los liderazgos políticos lo festejan, la realidad es que ese creciente empoderamiento puede ser inversamente proporcional ante un eventual desplome político y electoral, por las consecuencias que están a la vista.
Ponerse de lado de Rusia coloca a México como país en la mira de Estados Unidos. Mientras el presidente Joe Biden afirma que Putin es un “criminal de guerra”, AMLO opta por cobijar la postura del presidente ruso de lograr un acuerdo negociado, a pesar de la maquinaria de muerte que ha echado a andar.
A ello se sumará, sin duda, las consecuencias por la eventual reforma eléctrica, en donde el punto de flotación a donde irán dirigidas las represalias por parte de EU es el Tratado Comercial Estados Unidos, México y Canadá.
NO MIDE LAS CONSECUENCIAS
Con una inflación creciente que anualizada a marzo llegó casi a 8 por ciento; un creciente déficit por el subsidio a las gasolinas y una estimación de crecimiento económico que no llega al 2 por ciento para este 2022 y de casi 3 por ciento en el 2023, se está conformando una situación crítica en extremo, pero sin hacer caso a esta situación que realmente ponen en riesgo aquellos soportes de la economía.
Sí, hoy se avanza hacia “todo el poder” presidencial que, por cierto, se utiliza para sacar a los mexicanos a votar el domingo 10 en la Revocación de Mandato, pero se trata de un poder que si no tiene amarres fundamentales, como pueden ser obtener los consensos sociales y políticos, pero sobre todo, soporte legal, todo el poder puede transformarse en el derrumbe.
