El drama de Carolina: acusada por narcomenudeo y violada antes de prisión
MORELIA, Mich., 8 de abril de 2022.- Carolina T., de 26 años, pasó de ser una joven egresada de la Universidad Michoacana, consumidora de mariguana con aparentes fines recreativos, a ser detenida por delitos contra la salud y violada durante las horas previas a la presentación del juez, sentenciada a vivir bajo prisión por narcomenudeo por cuatro años y dos meses.
Desde el salón de usos múltiples del penal David Franco Rodríguez, mejor conocido como Mil Cumbres, Carolina, una mujer de piel morena, pelo terso y sin imperfecciones, nos relata su historia. En medio de las lágrimas, pero, sobre todo, ahogada en un mar de dudas que no han logrado resolverse, ¿qué pasó? ¿dónde, cómo, quiénes participaron y quién la agredió sexualmente aquel mes de junio de 2021?
El año pasado dejó su casa para ir a una fiesta con otros colegas biólogos y amigos al municipio de Jacona. Ahí, reveló, compró yerba para su consumo y fue sorprendida en flagrancia por las autoridades locales.
“Me detuvieron por la droga, la tenían, en la maleta”, dijo. Sin embargo, los agentes del orden no hicieron la presentación en tiempo y forma en el Ministerio Público Federal, que cuenta con unas instalaciones en los límites con Zamora.
“Estuve en Barandilla un día, después me llevaron a la Fiscalía y al tercer día me trasladaron a los juzgados del Poder Judicial de la Federación”, todo lo relata aún confundida.
Explica que, durante su estancia en la Fiscalía, alrededor de las 12:40 horas fue llevada a un cuarto, y que ahí pidió ir al baño. “Un hombre que estaba ahí me acompañó. Yo veía, no estábamos solos, había otros hombres… (al terminar) me llevaba de regreso al cuarto donde estaba detenida cuando se desvió, me llevó a otra oficina, se me lanzó encima, a besarme y me exigió desvestirme”, declaró ya con las lágrimas a punto de brotar.
“Cuando me comenzó a tocar, me quedé paralizada. No sabía qué hacer, me quedé en shock… yo nunca di permiso para que me tocara, mucho menos que me penetrara. Al día siguiente nos traen para acá, yo no paraba de llorar, no le había comentado a nadie. Entonces le conté todo lo que pasó”, agregó Carolina.
Luego de la decirle la verdad a la primera persona, lo revivió una y otra vez; con una custodia, con un médico, al director del penal Mil Cumbres, a la subdirectora y una vez más a los Ministerios Públicos, que ahora reclamaban conocer el por qué no gritó mientras era violada.
“Yo tenía mucho miedo, había muchos más hombres en el lugar, yo no sabía si lo iban a encubrir o también participar”, dijo en entrevista con Quadratín.
Su denuncia fue levantada por el Ministerio Público de la Fiscalía de Violencia Familiar y de Género, sin embargo, hasta ahora se ignoran los avances de la investigación. La carpeta se encuentra en trámite.
A los meses del arresto, y sin intervenir ni una ocasión durante su proceso, fue sentenciada a cuatro años y dos meses en el penal David Franco Rodríguez.
¿Pero, qué dicen las leyes?
En el caso de Carolina no se tipificó que fuera para el suministro o con fines de venta, como dice el artículo 195 del Código Penal Federal, la conducta acusada fue posesión con fines de transporte y con ello la sentencia menor a cinco años.
Sobre las sentencias menores a los cinco años, señala la Ley Nacional de Ejecución de Sanciones Penales, establece que la persona sentenciada puede acceder a la suspensión penal del proceso, optar por medidas penales distintas a la prisión y solicitar audiencia al juez en el que se puedan presentar garantías suficientes, económicas y fiadores morales, para validar que no habrá evasión de la acción penal, investigación que deberá ser ordenado a las Unidades de Medidas Cautelares (Umecas).
No obstante, este no es el caso de Carolina. A casi un año de haber ingresado al penal, no han sido resueltas sus dudas y tampoco ha sido informada que es su derecho humano estar cerca de sus familiares, por lo que puede solicitar a la Coordinación del Sistema Penitenciario el traslado a Lázaro Cárdenas, para estar cerca de su familia.