Monreal, días cruciales
Por Oscar Sánchez Márquez
Los excesos del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, puestos en evidencia por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es sólo la punta del Iceberg de la prostitución de la justicia por parte de quienes tienen como deber hacerla valer. Pareciera que se trata de una conducta normalizada en ciertas esferas de la 4T.
A la Familia Cuevas, hoy se sabe, la incriminaron con presuntos delitos por medio de inexistentes y torcidas interpretaciones sobre responsabilidad compartida y omisiones en torno a la muerte de una persona de edad avanzada con serios problemas de salud, que en este caso se trataba del propio hermano del hoy fiscal general.
Fiscalías y jueces, tanto federales como de la Ciudad de México, a cargo de Ernestina Godoy en el caso de estos últimos, habrían sucumbido a las presiones de Gertz Manero. Finalmente y para bien del país fue desvelada la infamia que cometían.
Lamentablemente no es el único caso; hay muchos, la diferencia es que el caso de la familia Cuevas, madre e hija, perseguidas por las reacciones personales de Gertz Manero, evidencia en manos de quién y bajo qué motivaciones se hace justicia en nuestro país.
Con justa razón los ciudadanos de a pie nos preguntamos si eso pasa en las élites, entre quienes ejercen la ley en nuestro país, qué no sucederá en los miles de casos de ciudadanos, carentes de recursos y de acceso a medios de comunicación, para quienes irremediablemente la justicia no les es otorgada, sino que, por el contrario, son aún más victimizados, al amparo y prepotencia del poder.
Hágase la ley en los bueyes de mi compadre, reza el refrán, actual y vigente para documentar cómo un alto funcionario de la Federación, o incluso un gobernador, puede aplicar en México la mano firme de la ley hacia otros, pero no para sí mismo cuando comete delitos e injusticias.
Algo similar en cuanto abuso de poder y prostitución de la justicia se trata, ocurre en Veracruz, en donde el gobernador morenista, Cuitláhuac García, al más puro estilo de su guía político, se pasa la ley por el arco del triunfo, ya sean resoluciones judiciales debidamente sustentadas o recomendaciones de instancias públicas como la Comisión de Derechos Humanos estatal, todo con tal mantener en la cárcel a un funcionario del Senado, por rencillas personales y encomiendas que tienen que ver con la sucesión del 2024, ya en marcha.
José Manuel del Río Virgen, quien se desempeñaba como secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, permanece en prisión en Veracruz a pesar de haber obtenido un amparo liso y llano que le permite, ya sea que un Juez de Control decrete su auto de no vinculación, al no haber delito que perseguir por el cual se le acusa o que pueda llevar su caso en libertad hasta en tanto no se cierren todas las etapas judiciales.
Al funcionario del Senado se le vincula con un homicidio, pero el amparo que se le otorgó el pasado nueve de marzo, es porque un juez de Distrito reconoció que “no existe dato de prueba alguno, ni mínima presunción legal y humana” que demuestre su probable participación en el delito que se le imputa.
El coordinador de la mayoría de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, ha dicho, de manera abierta y en todos los foros públicos correspondientes, que el caso de José Manuel del Río Virgen es una injusticia, una persecución judicial y un atentado a los derechos fundamentales a las garantías constitucionales del referido personaje.
A pesar de que fue emitido el amparo el pasado 9 de marzo para que siguieran las diligencias judiciales que le permitieran al ex secretario técnico del Senado salir en libertad, hasta ahora se ha retrasado toda acción, en clara violación a sus garantías constitucionales.
No se sabe cuál es la razón de ese retraso que provoca el encarcelamiento del funcionario, pero es un secreto a voces que el gobernador de Veracruz chantajea a quien debe para que Del Río Virgen siga en la cárcel.
El juez de control asignado debe aceptar los términos del amparo que otorgó un Juez de Distrito, a fin de que el incidente de suspensión del mismo juicio de amparo indirecto tenga los efectos de la suspensión definitiva y se ordene su liberación.
Todo eso no ha sucedido, a pesar de que se pregona que en México la justicia ya no se decide por filias o fobias.
Más allá del tema judicial, muchos consideran que la acción en contra de su colaborador tiene la intención de amedrentar a Ricardo Monreal y bajarlo por la fuerza de la contienda presidencial del 2024. Pero calcularon mal sus detractores, dicen muchos, porque la firmeza en su actuación y congruencia, amén de su sagacidad política, han hecho crecer aún más al líder senatorial.