Proyecta Michoacán impulsar la sustentabilidad aguacatera
MORELIA, Mich., 25 de febrero de 2022.- Michoacán proyecta impulsar la sustentabilidad de la producción aguacatera, a través de un esquema similar al implementado en el sexenio anterior, fundamentado en la preservación de las zonas boscosas, la reforestación de espacios degradados o con uso agrícola y la compensación de los servicios ambientales prestados por las zonas arboladas.
Sin embargo, el nuevo modelo tendría, entre otras diferencias con el mecanismo anterior, la coordinación con las autoridades federales, la realización de la compensación de los servicios ambientales en especie y no en efectivo, y la creación y promoción de una certificación ambiental para el aguacate local, señaló Alejandro Méndez López, titular de la Secretaría de Medio Ambiente.
Ante el amago de futuras cancelaciones de exportaciones de aguacate, por fallas en los procesos de sustentabilidad y salvaguarda de los ecosistemas, Méndez López expresó que se ha dialogado con aguacateros y las áreas de agricultura y economía de la entidad para crear un esquema para la compensación de los servicios ambientales que el sector obtiene de los bosques.
Entre las características que tendría este modelo, Alejandro Méndez mencionó la compensación en especie, no en efectivo, para evitar que con dinero se compre la impunidad y se haga un “green washing”; la creación de una acreditación que certifique las huertas con buenas prácticas ambientales; la participación de la Federación, donde recae el grueso de las competencias en materia forestal, y claridad y transparencia en los procesos.
El secretario de Medio Ambiente indicó que no está en la posibilidad de exponer los pormenores, debido a que aún está la propuesta en construcción, y tendrá que ser aprobada por el gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, y aceptada por el gobierno federal.
No obstante, consideró que estaría disponible “dentro de poco, cuestión de unas semanas, porque son varias las dependencias, 3 o 4 federales y 4 o 5 estatales, además de la retroalimentación con los productores y ambientalistas”.
Afirmó que la mayor parte de los productores de aguacate que operan en la entidad desea “hacer las cosas bien”, pero para ello se requiere de un esquema claro y que permita retribución por el manejo de los bosques, que ahora es baja, especialmente para las comunidades y ejidos, que son 80 por ciento de los propietarios de los predios forestales.
Insistió que, aunque hay similitudes con el esquema lanzado el sexenio pasado, “planteamos diferencias importantes, no criticamos lo que se hizo, fue un esfuerzo, pero se tendrá que hacer diferencias, como no llevar a cabo compensaciones en efectivo, asegurar la coordinación con el gobierno federal y, si llega a obtenerse dinero, garantizar que se canalice al bosque, ya que el anterior instrumento para la compensación por servicios ambientales forestales, el Fondo Verde, se destinó a proyectos que no necesariamente se enfocaron en la restauración y la conservación de los bosques”.
Respecto de la realización de operativos para frenar el cambio ilegal de uso del suelo forestal, Alejandro Méndez precisó que seguirán, pese a que se tiene poca capacidad para vigilar y aún menos para sancionar, con escasos inspectores y sin viáticos.
Manifestó que entre los aspectos preliminares de la certificación ambiental, se encuentra la exclusión de las huertas instaladas en predios forestales siniestrados, a altitudes elevadas, en determinadas pendientes y, en general, donde se confirme la comisión de ilícitos ambientales.
Cabe recordar que en 2016 se signó el acuerdo para la protección de los bosques y la sustentabilidad de la agricultura, enfocado en la producción de aguacate, como un mecanismo para buscar la salvaguarda de los predios forestales ante la expansión de la mancha aguacatera; iniciar la regularización de huertas susceptibles de ser regularizadas, y crear mecanismos que aseguraran buenas prácticas ambientales para compensar la preocupación en los países importadores de aguacate sobre la degradación que este monocultivo causa y que llevó a la designación popular de este fruto como aguacates de fuego o aguacates del diablo.