Opinión/Gerardo A. Herrera Pérez
Los cuidados de la naturaleza.
Gerardo A. Herrera Pérez
Agrónomo, agrónoma, la naturaleza, la producción, los paquetes tecnológicos, el servicio técnico, el compromiso, lo deontológico, lo axiológico, todo da sentido, cuando ese ser humano cuida y respeta la vida, formándose en el ejercicio de su profesión, el ingeniero agrónomo. El agrónomo, la agrónoma, han cursado una malla curricular de disciplinas que lo hace experto en el manejo y cercanía para el cuidado de la madre naturaleza, ellos, jamás atentarían contra naturaleza que da vida, que expresa la posibilidad de la sostenibilidad para ésta y las próximas generaciones.
Otros cuidadores de la naturaleza, de saberes de la tierra y su producción, también son reconocidos, me refiero a los hombres y mujeres campesinos, ejidatarios o bien, comuneros, trabajadores agrícolas, jornaleros migrantes, y otros sujetos sociales, nos dan la oportunidad de comprender que aun sin las disciplinas agrícolas, su experiencia y sabiduría puede hacer interlocución con los profesionales agrónomos.
Así en el día del agrónomo, el trabajo colaborativo, horizontal, de ecología de saberes permite ese igual reconocimiento para ambos, para el especialista, para el profesional, así como para el que tiene experiencia y es sabio. Felicidades para ambos, siempre en colaboración y en complementariedad la ciencia y la experiencia la práctica.
Mi reconocimiento para mis amigos los agrónomos, los comuneros, las mujeres campesinas, los campesinos ejidatarios, para Cuauhtémoc Ramírez, Jorge Ciprés Murguía, Salvador Aguirre Paleo, Pedro Armando Castañeda Villalobos, Adelina, don Jesús Flores de Huaniqueo, don José Herrera de Yuriria, doña Bertha de Tzintzuntzan, en fin, grandes hombres y mujeres que generan colaboración y sobre todo cuidados con la madre tierra, con la madre naturaleza.
Los cuidadores de la tierra, tienen la oportunidad de salvar a la humanidad y proteger a nuestro planeta, pero para lograrlo no han de estar solos, requieren de la población ya que deben de modificar los hábitos cotidianos y políticos, privados y públicos, culturales y espirituales.