Celebra Mateo Calvillo Paz su 50 aniversario sacerdotal
MORELIA, Mich., 31 de diciembre de 2021.- La figura del sacerdote no desaparece, pero se transforma; su tarea esencial queda intacta, pero su actuación se ve modificada porque tiene que adaptarse a la transformación de la sociedad, afirmó Mateo Calvillo Paz, en la celebración de su 50 aniversario como sacerdote.
Sus bodas de oro sacerdotales son motivo para una mirada panorámica del mundo que ha evolucionado, pasando de una sociedad rural a la industrial y que ahora entra a la era digital de las comunicaciones.
El mundo en su evolución vertiginosa es un reto formidable para la fe de Cristo y las transformaciones que se deben operar, pero para nada se vuelve inútil y pasada de moda la misión sacerdotal, indicó en su mensaje de celebración.
“Es bello, profundo, misterioso mi tiempo jubilar en el proyecto de Dios, que se revela plenamente y se realiza en Cristo. El sacerdote está al servicio de este plan, su misión es divina y sublime. Necesitamos traer a la memoria estos años pasados, los trabajos realizados y descubrir ahí el paso de Cristo con todos sus regalos de salvación, contemplar las acciones del Maestro en la historia de la comunidad y en la vida de las personas.
“Hay acciones muy profundas, importantes y milagrosas que sólo pueden venir de Dios. Tenemos que dar gracias. También aparecen las limitaciones: errores y pecados por los que hay que pedir la misericordia y el perdón”, indicó el sacerdote porque el servicio para conducir los destinos del mundo hacia Dios se realiza con hombres de carne y hueso.
Calvillo Paz hizo también un recorrido por los lugares del mundo en los que le ha tocado servir y agradeció a todas las personas con las que le ha tocado convivir, a sus padres, familiares y paisanos del bellísimo pueblo de agua verde, en la orilla sur este del lago de Zirahuén.