Opinión/Gerardo Herrera Pérez
Quinceañeras
Diversos frentes públicos y privados, pero principalmente sociales actúan en favor de la inclusión, despreciando la integración que es conmiseración, por ello, es importante precisar que no basta sumar en la inclusión a las minorías, sino, es importante analizar, reflexionar y comprender el fortalecimiento de la diferencia comunitaria, impulsar el valor comunitario, el valor de lo minoritario, no solo en términos cuantitativos, sino en la comprensión de que las minorías han sido excluidas en lo político.
Requerimos reconocer en el concepto de la inclusión, que éste no solo se refiere a la suma de lo pluricultural o multicultural, es decir, la inclusión de las minorías, ello, no sería suficiente, porque en realidad lo que necesitamos es ver la objetividad desde la diferencia radical, de cómo somos los pueblos y las comunidades diferentes, de cómo las minorías expresan esas diferencias radicales en sus luchas o movimientos sociales.
La diferencia radical nos permite comprender a las sociedades, a los grupos sociales y entender igualmente que tienen otras metas históricas y que en éstas consideran la existencia de la reciprocidad (la economía solidaria, el trueque, la lluvia, tequio y alimentos, los jornales de ayuda comunitaria) el comunarismo, el colectivismo y una vida en el arraigo local, en la comunalidad, que genere esos lazos de comunidad a los que se refiere el antropólogo Jaime Martínez Luna con el que tuve la oportunidad de disertar en Cherán en ocasión de un coloquio al que fui invitado por sus autoridades juveniles.
Este concepto de solidaridad, llega justamente a la reciprocidad, al entender la importancia de la comunalidad, de compartir lo que se tiene frente a la vida del otro que lo necesita, de coadyuvar en la empresa del otro, en sus necesidades, en sus compromisos, en sus aspiraciones, en las emociones, por ello, el proyecto de las quinceañeras por la inclusión, tiene un fundamento importantísimo de reconocimiento de las diferencias, pero el compromiso y entendimiento de que en derechos todos somo iguales y que podemos ser recíprocos en la solidaridad social.
Por eso, se llevó a cabo el evento “Quinceañeras por la inclusión”, un acto que ha sido convocado por la organización Ángel de Corazón porque te Nace Ayudar, A.C. y Altruistas de Corazón, A.C., y muchas otras organizaciones de la sociedad civil y grupos musicales, así como ciudadanos, para realizar una actividad social que marca una nueva forma de comprender la inclusión desde la perspectiva de la comunalidad, la reciprocidad, y podría decir un avance significativo en materia de cohesión social.
Desde hace varios meses ya, se fraguaba la idea de atender una propuesta para llevar una sonrisa, una esperanza, pero sobre todo un reconocimiento a adolescentes y jóvenes que viven en condición de discapacidad o viven con cáncer; durante este tiempo la organización Ángel de Corazón generó las condiciones para encontrar la reciprocidad y el ejercicio de la comunalidad para sumar al proyecto, la atención y arreglo de las quinceañeras, los vestidos, los tocados, los ramos, los vehículos a transportarlas, el oficio religioso, la última muñeca, quienes se harían responsables de la comida, de vestir las mesas, el pastel, el programa musical y, la lona, para atender a 16 quinceañeras, de las que finalmente llegaron 13.
Desde muy temprano, ocho de la mañana, fueron atendidas por una escuela de belleza las quinceañeras, se les arregló su cara, su pelo y sus manos, finalmente fueron ataviadas con su vestido, su tocado y su ramo y, de ahí al templo de nuestra Señora del Carmen, en el centro de Morelia.
En el santuario se dio el oficio religioso pasado el mediodía, hasta allí llegaron familiares, amigos, vecinos, personas que organizaron y los motociclistas MOM, padrinos del último juguete de las quinceañeras, todo era una algarabía, sonrisas, mucha ternura, amor por el otro, y un profundo respeto, es decir espiritualidad. Ya en la homilía, el sacerdote que oficio la misa, reflexionó acerca de la importancia del respeto a los padres y el valor de la familia. Fue importante observar como una a una las festejadas ascendían al altar para tomarse la fotografía con el sacerdote y algunas de las personas que participaron durante la ceremonia; una diversidad de colores en sus ropas, que advertían la diversidad social y cultural en la que todos y todas vivimos, la realidad de lo posible, verlas ahí juntas dando gracias por este acto religioso. También me llamo a la atención ver a los padrinos, hombres fuertes, rudos, pero a la vez generosos, traían entre sus brazos las muñecas que regalarían a sus ahijadas, una forma de observar una masculinidad no hegemónica sino positiva, atenta y generosa frente a sus ahijadas, fue un momento muy interesante que da sentido al modelo de inclusión.
Al retirarse del recinto religioso, en caravana, salieron los vehículos que llevaban a las festejadas, acompañados, haciendo guardia, por los padrinos en sus motocicletas, haciendo ruido, un ruido que anuncia la importancia de la inclusión y el respeto a la otredad, lo hicieron bajando por la avenida Nocupétaro, dando vuelta en el monumento a Lázaro Cárdenas, para avanzar sobre la avenida Madero, principal avenida de la capital del Estado y hacer ruido con las motocicletas para anunciar que nuevos tiempo, que nuevos aires tocan la racionalidad inclusiva que ya se forma entre las y los morelianos y muchas personas michoacanas que desean nuevas formas de comunicación y diálogo para la convivencia y la Paz social, esto fue así, hasta llegar a la Plaza del Generalísimo Morelos, donde ya los esperaban un programa musical y los espacios para atender en un banquete mexicano a las festejadas y sus familias.
Que importante que se ubicara el templete del programa musical en la estructura que forma el gran monumento al Generalísimo Morelos, ahí como primer punto, Ángel de Corazón, convocó a reunirse a las organizaciones que se sumaron al esfuerzo de inclusión y desde ahí diversos actores públicos y sociales expresaron sus sentires sobre este hecho inédito en la vida pública de Morelia y Michoacán, en donde somos protagonistas de un historia que se sigue construyendo a favor de la alteridad, comunicación, tolerancia y respeto a la otredad, a partir del reconocimiento de los saberes.
Entre los comentarios de: Miguel Ángel Martínez, Laura Yésica Lezama, Gerardo A. Herrera, Miguel Ángel Sandoval, Aurora, Alan de MOM, y Sinuhé “Ángel de la inclusión”, se expresó el agradecimiento y las más amplias felicitaciones a las 16 quinceañeras, aunque solo pudieron asistir 13 de ellas, el compromiso de seguir coadyuvando colaborativamente y reconocer el trabajo de sus padres y familiares y de las organizaciones coadyuvantes.
Por otro lado, se habló de la importancia de cumplir con los porcentajes del dos por ciento, el tres por ciento y el diez por ciento que marca las normativas para la inclusión y el respeto de los derechos humanos para las personas con discapacidad, en la nómina del sector público, en el presupuesto y en el apoyo a proyectos de las microempresas y emprendurismos de personas con discapacidad. Temas que, hasta hoy, no han sido cumplidos por las instituciones en los tres niveles de gobierno y que hay que seguir insistiendo para hacerlos realidad.
Acto seguido se sirvió el banquete mexicano y se acompaño de un hermoso pastel color lila, y fue servido a todos los comensales, mientras se escuchaba la voz y acordes musicales de El Luchas y banda la consentida de Morelia, de arraigo moreliano y que provocan el baile, así como del trovador de Morelia, Darío Mora, hombre talentoso y generoso; igualmente se contó con la participación de un joven rapero Atroner, extraordinaria intervención que saco a bailar a todos y todas.
Al terminar la intervención Atroner, se convocó a las festejadas al centro y se hizo realidad la participación de todos y todas en apoyo a desarrollar el vals; padres, padrinos y amigos y las mamás de las quinceañeras que también acompañaron para intervenir en el vals hicieron de la plaza del Generalísimo Morelos, la gran pista de baile, el momento de la inclusión, porque era un momento de felicidad, de entendernos en una misma realidad, de comprender la alteridad.
Fue un momento muy emotivo, lagrimas, risas, emociones, la pasión de la vida, por comprender que nos somos diferentes, que somos los mismos y que todos tenemos que vivir la vida en nuestras posibilidades, en nuestras realidades, y que ese momento era mágico, porque se cumplía una meta personal, pero también de familia y social. Stela Meneses ayudo a organizar el vals, gracias Stella Meneses, eres una gran aliada de la inclusión. Las lágrimas limpian el cuerpo, y vi a muchas personas derramando lágrimas, eran nuevos cuerpos, nuevas almas, que entendían que tenemos que transitar a otro modelo de sociedad, sin las prácticas del consumo que tenemos y con otras formas de comunicación más cercanas a entendernos en la otredad con respeto.
Realmente viví un gran momento lo hice acompañado de la familia de Sinuhé, de Chema su papá y de su mamá, y de ese gran ser humano que es “Ángel por la inclusión”, es decir, Sinuhé, porque ese será su denominación, es un chico que convoca a todos, a todas y todes a sentirnos en familia.
La segunda parte del programa musical, estuvo la Banda de Rock Charro, así como Sayuri Danaé y concluyeron el evento los talentosos de Sebastián Gómez y sus Románticos de la Sierra.
Mis conclusiones son contundentes: todos los que ahí asistimos estamos convencidos que una nueva sociedad es necesaria y puede ser posible; que más allá del consumo, está el compartir, el darnos a los demás, esta la reciprocidad y la comunalidad como elementos que de la inclusión; que se comparte lo que se tiene, lo que se puede compartir, pero que el amor, es coaligante es el elemento solidario y de comunalidad para comprendernos en una racionalidad inclusiva; que todos tenemos que crear o desarrollar la conciencia antropológica, ambiental, cívica, espiritual, de prevención para la salud; que tenemos que impulsar una racionalidad inclusiva, y una inteligencia emocional. Agradezco a todos los integrantes de Ángel de Corazón, en especial a Miguel Ángel y desde luego a Claudia, así como a sus familias, porque no se puede entender el trabajo social, sin el respaldo y respeto de la familia. Felicidades a cada uno de los integrantes de la organización.
Me despido dejando saludos y felicitaciones para las quinceañeras de la inclusión: María Alejandra, Lisa Guadalupe, Naomi Alessandra, Guadalupe, Rebeca Atziri, Sarah, Adriana Guadalupe, Jannifer, Denise Guadalupe, Natalia Michelle, Lea, Mayuri Itzul.