Diálogos de vida/Santiago Heyser, Sr
Hablando en Serio
Dos artículos escribí sobre “El pueblo de Dios”, los sentinelenses, que desde hace 60,000 años llevan una vida natural sin contacto con otros pueblos. Sobre ellos algunas reflexiones finales.
Empezaré diciendo que los llamé el “Pueblo de Dios” con cierto sarcasmo respecto a quienes se sienten elegidos o creen ser poseedores de la verdadera religión o creen adorar al verdadero Dios, como si este existiera y los humanos “elegidos”, en nuestra pequeñez y miseria tuviéramos acceso a Él, y me explico: Cada religión tiene su profeta o su Dios o sus dioses, la historia de la humanidad está plagada de ellos, desde Zeus, Afrodita y toda la pléyade de dioses y diosas griegas, pasando por, Marte, Jupiter, Minerva y todo el sinnúmero de dioses romanos, o los dioses mexicas Huitzilopochtli y Tlaloc, sin olvidar a Rá, Amón y Osiris, dioses del imperio egipcio, y antes de ellos Marduk, dios de los babilonios o Anshar y Kishar, de cuya descendencia surgen todos los dioses sumerios… En resumen, más de cinco mil dioses han creado (inventado) las diferentes sociedades y religiones a través de la historia para lucrar con la ignorancia, pretendiendo explicar todo aquello que no entendían, fuera el calor y la luz del sol, el movimiento de la luna, el fuego o la lluvia y el relámpago, o la vida misma con su contraparte, la muerte; todos creados o inventados por iluminados que se sienten sus representantes y poseedores de sus mensajes. Lo mismo pasa con los que hoy creen en Alá o en Jehová, o los que siguen a Mahoma, a Buda o a Jesús; por ejemplo: los católicos o cristianos, consideramos adorar al verdadero Dios y que este envió a su hijo a morir en la tierra (increíble) por nosotros para redimirnos del pecado; ¿cuál pecado?, el pecado original, ¿dónde surge el pecado original?, en el Paraíso con Adán y Eva, ¿existieron Adán y Eva?, ¡No!,… fin del cuento… ¡Pues resulta que no!, no es el fin del cuento, ni del negocio, ya que los autonombrados “representantes de Dios”, ignorando la falsedad del cuento, predican que el hijo de Dios encarnó en Jesús para traernos con su palabra el mensaje del Padre, mensaje que continuaría por medio de “ellos” (los sacerdotes), dentro de una estructura de organización llamada Iglesia, que enseña en base a “libros sagrados dictados por Dios”, ajá, lo que es la religión, integrada por mandamientos, ritos, sacramentos y ceremonias que dan marco celestial a un buen negocio de cobertura mundial.
Lo siento estimado lector, sigo con el sarcasmo y es que no tengo manera de entender, mucho menos de creer, que ese Dios amor, no llevó su mensaje a los sentinelenses, a pesar de que ellos habitaban la isla Sentinel en la India (qué todavía no existía), 58,000 años antes de la encarnación de Jesús… Pensemos: ¿cómo pudo un Dios Todopoderoso olvidar (abandonar) a sus hijos, su creación, en una isla, sin escuchar su palabra? y sobre todo, sin tener continuidad de su mensaje a través de los ministros y sacerdotes por Él elegidos… ¡Imposible!; razón por la que concluyo que Mahoma, Alá, Jehová o Jesús, al igual que las religiones que los adoptan, son ficciones construidas por humanos (casta divina), aprovechándose de los miedos y la ignorancia de las masas, como lo han sido todas las religiones a través de la historia de la humanidad.
El siguiente tópico para la reflexión es más mundano y actual; hoy se lucha en la frontera de Polonia y Lituania para no dejar entrar a migrantes ilegales que el gobierno de Bielorrusia explota y deja pasar para crearle problemas a la Unión Europea (parecido a los que sucede en México con la migración de centroamericanos y haitianos). Los migrantes atrapados en la frontera, en territorio de Bielorrusia, sobreviven entre el frío y el hambre, después de haber pagado entre diez y veinte mil dólares por el traslado a Bielorrusia, ¡en avión!, desde el Medio Oriente y África: Siria, Libia, Irak, Yemen, Congo, Etiopía, Nigeria y Afganistán, países en guerra o con serios problemas de seguridad, políticos y económicos, en donde la vida es dura y riesgosa, por lo que expulsan a sus habitantes; los que se convierten en un drama y un problema social y humano, con el que algunos “vivos” lucran.
La posición de Polonia, de Lituania y de Europa es clara, ¡no entrarán!, por una sencilla razón, los inmigrantes son un problema social, económico, de seguridad y de salud, por lo que en su derecho y con la obligación de defender a sus ciudadanos, simplemente no les permiten el paso, para lo que han militarizado sus fronteras.
Llama la atención que el comportamiento de polacos y lituanos sea igual al de los sentinelenses, que no permiten el ingreso de ningún extraño a su isla y, a quienes lo han intentado, o los han corrido a patadas o los han asesinado a flechazos, en algo que yo describiría como: ¡derecho natural! Es decir, el derecho de que no entre a tu casa, a tu hábitat o a tu territorio, ningún extraño que ponga en riesgo a los tuyos... ¡Así de claro, así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador