Política y politiquería/Lucero Pacheco Martínez
Combatir al Nintendo
“El crimen recluta a los niños a través de video juegos” señaló el presidente de México, al regañar a las madres y padres de familia por ‘entretener’ a los menores con videojuegos.
El tema desató un sinfín de comentarios y burlas al jefe del ejecutivo federal, por limitar un problema social a un videojuego, y la inecesaria exhibición del presiente al dar por hecho, que la violencia en el país es producto de un videojuego.
Si hay algo en lo que todos podemos estar de acuerdo con el presidente es
que, los padres de familia dediquen tiempo a sus hijos y no usen a los aparatos electrónicos como niñera. Los videojuegos no matan, el abandono y malas políticas del gobierno, sí.
Es cierto que la violencia en nuestro país es producto de muchos factores, que van desde los económicos, culturales, educativos, sociales etc. El problema no es de ahora, ha sido un problema histórico, que creció gracias a la complicidad y corrupción de los gobiernos; que se le enfrentó como nunca antes en el sexenio del ex presidente Felipe Calderón.
Nunca se dimensionó el poder de los cárteles, la fuerza y control, y en esa complicidad y permisibilidad su poder fue creciendo; hoy la ley que prevalece es la de “abrazos y no balazos”.
Hay razón en la preocupación de alertar a los padres, que hoy los grupos delictivos ya operan en distintas plataformas cibernéticas.
Hace apenas una semana, autoridades federales advirtieron a los padres que vigilaran la actividad de sus hijos en los videojuegos después de que surgieron algunos casos en los que cárteles de la droga supuestamente reclutaron a menores a través de plataformas en línea.
El caso al que se refería el presidente fue el de Oaxaca, en donde un reclutador le ofreció a uno de los niños 8.000 pesos (US$396 dólares) por cada medio mes de trabajo a través del popular juego de batalla móvil Free Fire.
El presidente identificó el problema, pero hizo un mal diagnóstico cargado de ideología y de información imprecisa y atrasada, y en lugar de contribuir a combatir el mal de fondo, generó burlas y la sospecha de que se trata de uno más de sus distractores mañaneros.
El aviso es claro, los narcotraficantes y otros grupos del crimen organizado ya están operando en esas plataformas, lo grave es que no haya una política cibernética por parte de las autoridades, lo grave es que una mala concepción de un problema real acaba por no solucionar el conflicto y sí generar un daño mayor al original.
Cometeríamos un enorme error si no activamos las alarmas, gobierno y padres y madres de familia.
Al tiempo.