Opinión/Matero Calvillo
¿JUEZ O PRESIDENTE?
UNA VISTA PANORAMICA
Me encantan las virtudes y la integridad moral. Son muy bellas, atractivas las personas que tienen esta estatura moral, cierta perfección, un secreto encanto y un destello de perfección.
En otro extremo encontramos a la persona vulgar sin educación ni valores. Habla sin parar, miente, engaña, no tiene palabra, se centra demasiado en su “yo”. Juzga a la ligera y condena. Pareciera que vive en los niveles más bajos de la sociedad, son peligrosos y dignas de ser evitadas.
Los miembros de la clase dominante se han colocado ahí, ¿por qué? Porque son personas pragmáticas, decididas, hábiles para acomodarse, “chapulines”. El aspecto humano, espiritual y moral no importa. Basta ver la conducta de violadores, estafadores, h representantes populares, que tienen una conducta escandalosa, Algunos son aprehendidos, otros prófugos de la justicia. Pero no son los únicos, todavía quedan muchos. Sí hay corrupción.
El presidente, está en la cúspide de la sociedad y se supone que debiera tener una calidad humana y política excepcional. Es sólo el supuesto aunque A M se cree eso y más. Es la manera como no deja de hablar de sí y deja sentir que es todo, que tiene todas las cualidades, la ciencia. El se pinta como una persona única en la historia pero es una enajenación que él justifica con su afirmación “yo tengo otros datos”. Es una salida falaz.
Deseamos de corazón que AM sea una persona madura y virtuosa, estadista, atento al bien de todos los mexicanos.
Que no vive hablando de él, “nosotros”, que está ahí para escuchar, comprender y animar.
No juzga evita tener sobre las situaciones y problemas algo que los franceses detestan, una mirada que juzga, “un regard juge”.
Evita un error que cometen las personas que no han tenido oportunidad de educarse: juzga nunca con irresponsable y absurda ligereza, no condena y menos sin seriedad, sin conocimiento de causa.
No tiene la lista de personas condenadas a muerte, real o política, como la lista de Schnitzler. No polariza a los mexicanos poniendo a los réprobos a su izquierda y a sus fanáticos y compinches de ideología a su derecha.
SABIDURÍA DE LO ALTO
Es difícil tener una buena educación y una calidad moral, ser persona de principios. Algunos lo presumen pero son fariseos hipócritas. La personalidad íntegra depende en buena medida de la cultura, la educación para convivir, que se descuida mucho en nuestros tiempos. Hay personas que sienten una decadencia notable en la sociedad contemporánea. Se ha ganado mucho en los aspectos prácticos y en la tecnología, en la abundancia de confort pero hay una crisis profunda de valores.
Si eres católico, y tienes una fe bien fundada en la reflexión y la práctica de las virtudes, tienes una gran riqueza. Te dejas llevar por la enseñanza de los grandes maestros, principalmente de Cristo, el más grande de los psicólogos.
La fe es un tesoro, una fuerza que lanza a grandes alturas. A lo largo de la historia se encuentran bellos ejemplos como Vasco de Quiroga que será canonizado. Hay muchas personas que tienen una gran calidad de alma, dan muestra de grandes virtudes en su modestia. En las comunidades las encontramos, son humildes y no se creen los mexicanos perfectos. Me vienen a la mente varios nombres.
El Ungido de Dios, Cristo que tuvo el super detalle de dejar los castillos del cielo y esconder su condición de Dios, tiene un pasaje en el Sermón de la Montaña. La sabiduría eterna da como una regla de oro para ubicarse en la sociedad humana como hijo de Dios y hermano de los hombres.
Esto implica según la nota de la Biblia para la Iglesia en América Latina “no sólo comprensión y tolerancia frente a los hermanos sino una actitud coherente y honesta consigo mismo, para aceptar y corregir los propios errores (nota de Mateo, 7.1-6).
¿Quién le puede sugerir a la clase política en todos sus niveles esa comprensión y respeto a los “de antes”, a toda esa raza miserable de conservadores, que no llevan el guinda de MO—NA, a los adversarios que no “se tragan” todo lo que propone la Transformación de cuarta, a los que levantan la cabeza y piensan y no obedecen a ciegas.
Queremos que el presidente sea grande porque lo respetamos y apreciamos. El camino de la grandeza es la humildad y la sabiduría. Basta con ponerse, como hombre humilde a conocer a Cristo y ser como él, sublime, olvidado de sí mismo, despojado de todo. El se escondió cuando quisieron hacerlo presidente.
El revela su sabiduría eterna y preciosa: “no juzguen y no serán juzgados. Con la medida con que ustedes juzguen con esa misma se les juzgará a ustedes. ¿Por qué vez la paja en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¿O cómo dices a tu hermano deja que saque la paja de tu ojo si tú tienes una viga en el tuyo? Hipócrita saca primero la viga de tu ojo entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano. (Mateo 7, 1-5).
¿De qué tamaño será es la viga de AM, de su brillante 4T y sus colaboradores cercanos?