Indicador político/Carlos Ramírez
La extraña guerra del CJNG contra la prensa en el Michoacán de Aureoles
Carlos Ramírez
Algunos analistas de temas de seguridad han visto con extrañeza y preocupación la declaración de guerra contra la prensa nacional por parte de una célula local michoacana del Cártel Jalisco Nueva Generación. Hasta ahora las bandas delictivas se preocupaban más por medios locales, sobre todo con los que se dedicaban apoyar a sus adversarios.
El video de amenazas llega en un momento coyuntural importante para la estrategia de seguridad que sigue insistiendo en el acuerdo de paz con los grupos delictivos. La respuesta gubernamental no debe agotarse en la ineficaz protección física de los amenazados, sino que debiera ser punto de partida para desactivar con acciones operativas de seguridad el mensaje implícito de rebeldía de un grupo delincuencial contra instituciones de la democracia.
El video se acredita a Nemesio Rubén Oseguera Cervantes El Mencho, acreditado como jefe del CJNG, pero cuya figura física tiene ya varios años sin aparecer. La amenaza mete a la prensa nacional en la cobertura de la guerra entre el CJNG y las autodefensas de Juan Farías Álvarez el Abuelo Farías y de Hipólito Mora.
En los espacios informativos no se acreditado ninguna campaña mediática en contra del Cártel Jalisco en Michoacán, si acaso se insiste en la guerra en la zona de Aguililla, en donde, por cierto, la estrategia de seguridad se ha hecho a un lado para no confrontar las provocaciones de este grupo armado al capturar estructuras del Estado en la zona y al hacerse del control de esa parte de la soberanía territorial del Estado nacional.
El video debe tener una lectura estratégica y no unidireccional en cuanto menos seis puntos importantes:
1.- Un cartel de presencia nacional declara la guerra y amenaza de muerte a periodistas y medios de comunicación de influencia nacional por un asunto de conflicto local que no ha escalado la atención más allá de la zona en conflicto.
2.- El Cártel Jalisco pone en el centro del debate la zona territorial en disputa en el estado de Michoacán, justo cuando el gobernador perredista saliente Silvano Aureoles Conejo ha tomado la bandera de denuncia nacional e internacional por la presencia del crimen organizado en las pasadas elecciones municipales y de gobernador. El video alimenta el sentido y debe atraer la atención que busca el mandatario que termina su gestión en próximas semanas.
3.- El cambio de gobierno estatal y de gobiernos municipales en Michoacán sin atender las denuncias no probatorias y las evidencias acumuladas en medios de comunicación sobre el activismo político de cárteles tendrá que ser atendido por la estrategia nacional de seguridad, porque en mayor o menor medida algunos grupos delictivos en efecto se metieron en el proceso electoral para beneficiar a algunos candidatos.
4.- Las amenazas a periodistas le dan otro sentido estratégico a la crisis de soberanía del Estado y de seguridad gubernamental federal porque revela la capacidad de control interno y de presencia armada de grupos delictivos vinculados a actividades ilegales. En este sentido, el video obliga al Estado federal a replantear su estrategia pasiva en Aguililla.
5.- El video de las amenazas del Cártel Jalisco exhibe a una célula delictiva del crimen organizado con personal y armas de alto poder que les permiten intimidar a los ciudadanos. Y el video jala la atención nacional de la denuncia de México en una corte de Boston contra fábricas de armas en Estados Unidos por la responsabilidad en las matanzas ciudadanas y obliga a que la autoridad mexicana tome una decisión de Estado para combatir a la capacidad de armas del crimen organizado dentro de México que le permite a un grupo delictivo desafiar y hasta retar al monopolio de la fuerza institucional del Estado.
6.- Y finalmente el video presenta como insuficiente en grado de inutilidad la protección del gobierno federal a periodistas o instituciones de comunicación amenazadas, porque revela que el problema no va a radicar en disponer de escoltas armados para proteger a los amenazados, sino que exige una acción urgente y directa para desarmar y detener cuando menos a la célula michoacana del Cártel Jalisco.
El video de amenazas contra medios de comunicación es el más grave desafío delictivo a la seguridad nacional del Estado.
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