Santiago y El Rufo/Santiago Heyser
Santiago y El Rufo
“El ISSSTE, lo bueno y lo malo”
Como funcionario del gobierno estatal recibo atención médica en el ISSSTE, pero ojo, no es una prestación gratuita, se paga y se paga bien.
R- Guarraguauuu, mi Santias, que bueno que tienes servicio médico, es una tranquilidad para ti y para tu familia.
S- De alguna manera lo es, mi Rufo. Recordemos que las leyes mexicanas de corte social obligan a los patrones a inscribirte, cuando eres funcionario de gobierno lo hacen en el ISSSTE, cuando eres trabajador en una empresa privada te inscriben en el IMSS, pero ojo, en ninguno de los dos casos es un servicio gratuito, ya que el trabajador paga una parte de la cuota, aunque, para fines prácticos, la parte que paga el patrón está calculada como parte del costo del trabajador, es decir, finalmente, todo lo paga el trabajador a través de los servicios (de su trabajo) que presta al patrón.
R- Grrr, no veo la razón de aclararlo, mi Santias, es obvio que la cuota obrero patronal la tiene que desquitar el trabajador, de otra manera no sería viable ni rentable, en este mundo nada es gratis. Es así como dentro del pago está una cantidad que se asigna para la jubilación, la que también paga el trabajador y se supone que la administra la institución para así enfrentar la vejez con dignidad.
S- El punto es, mi Rufo, que como en todo seguro, unos pagan sin usarlo y otros pagan menos de lo que reciben en servicio médico y medicinas, lo que permite a muchos el acceder a servicios que les serían inalcanzables de otra manera… Quizás no conozcas la historia, perro, pero todo empezó cuando los barcos de vela navegaban por los siete mares para comerciar, resulta que cuando uno se hundía, lo agarraba un huracán o lo asaltaban los piratas, el dueño quedaba en ruinas; fue por ello que a un “vivo” se le ocurrió asegurarse, de manera tal que acordaron que cada barco pagara un porcentaje de sus beneficios y, cuando uno naufragaba, de ese dinero acumulado se le reponía su barco al afectado, finalmente, todos ganaban, aun los que no tenían un siniestro, pues ganaban la certeza de que su negocio estaba seguro y los que si tenían un percance, simplemente recibían el seguro para reponer su pérdida, de esta manera el riesgo estaba limitado a pagar la prima o porcentaje acordado y los negocios prosperaban.
Lo mismo pasa con el seguro médico, mi Rufo, que en el caso de los trabajadores es obligatorio lo que permite garantizar a todos el servicio; los que no se enferman, ¡perfecto!, y los que se enferman reciben el servicio, o cuando menos es lo que se espera; ya que a últimas fechas, la respuesta en la farmacia del ISSSTE en Guanajuato es que no hay la medicina, lo cual, para fines prácticos es un robo, porque están cobrando el servicio, es decir, el IMSS y el ISSSTE no regalan las medicinas, estas se pagan con las cuotas de los trabajadores, ya sean cuotas patronales o directamente del trabajador y, cuando cobras por un bien o servicio y no lo entregas, pues es robo; que es lo que me pasó el domingo que fui a surtir mi receta, el encargado de la farmacia, un excelente tipo que con un trato humano y amable me atendió de maravilla, lo que no resolvió los faltantes; -No hay Flucinolona, ni Digoxina, ni Furosemida, ni Ezetimiba Sinvastatina, me explicó y lo increíble, si hay Valsertan Sacubitrol, pero ese solo lo surten de lunes a viernes, así que por favor regrese. -Pero Uds. abren la farmacia sábados y domingos (reclamé), -Si, pero esas son las instrucciones con algunos medicamentos… Salí contento de la farmacia por la atención recibida, frustrado por tener que regresar entre semana, cuando la cola de la farmacia dura entre 30 minutos y una hora (tiempo de vida que pierdo por la burocracia del ISSSTE), encabritado porque un burócrata de escritorio determinó que la farmacia no dé servicio completo los fines de semana y mentando madres contra el Presidente de México que diariamente despotrica y miente diciendo que no hay desabasto de medicinas… por las que insisto, ya pagamos los trabajadores.
R- Grrr, para que me quede claro, mi Santias, lo bueno del ISSSTE es su personal, tanto médico como de farmacia; y lo malo es una burocracia que gira instrucciones sin buscar servir eficientemente, ¿es así?S- Si, perro, mi médico general y el especialista que me atiende ahora que estoy vejete son gente buena y amable y profesionales de primera, las colas para recibir el servicio ¡de locos!, y terrible la tranza que es cobrar por un servicio o un bien que no se presta; lo que en mi opinión deberían reclamar los empresarios en el caso del IMSS y las instituciones de gobierno en el caso del ISSSTE; si ambos surtieran las recetas no atendidas por las instituciones y descontaran el costo del pago de cuotas, pronto se resolvería el problema y el pueblo bueno y sabio, del que soy parte, recibiríamos el servicio y las medicinas de calidad por las que pagamos con nuestro trabajo; en tanto esto no pase, los trabajadores estaremos en estado de indefensión ante la burocracia y el incumplimiento de las instituciones de salud en México… ¡Así de sencillo!