La paz como un anhelo de plenitud humana
MORELIA, Mich., 27 de junio de 2021.- Los obispos de México, el pasado 23 de junio del presente dimos a conocer el mensaje “La paz como anhelo de plenitud humana”. Jesús, al enviar a sus discípulos en misión, les dijo: «Cuando entren en una casa, digan primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes» (Lc 10,5-6). Dar la paz, está en el centro de la misión de los discípulos de Cristo.
Y este ofrecimiento está dirigido a todos los hombres y mujeres que esperan la paz en medio de las tragedias y la violencia, por tanto, este es también nuestro anhelo y compromiso, expresado en nuestro Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 (PGP).
Refiere un comunicado que hoy más que nunca, nuestras sociedades necesitan “artesanos de la paz” [1] que sean auténticos mensajeros y testigos, en la vida cotidiana, del bien ser, del bien dar y del bien estar, y con ello complementar la felicidad en la familia humana. En este sentido dirigimos nuestro pensamiento a las familias, niños y adolescentes, que viven en zonas de inseguridad o que
han sido dañados por la violencia, y a todos los que se esfuerzan para que sus vidas y sus derechos sean protegidos.
Muy variadas formas de violencia amenazan nuestra vida contemporánea, no solo a través de las armas, sino también a través de las diferentes plataformas digitales y medios de comunicación masiva, los cuales tienen como fundamento la cultura de la indiferencia y del descarte, misma que el Papa Francisco ha señalado como una patología que puede provocar
“consecuencias funestas” [2].
El Papa Francisco, en nuestros días, en Fratelli Tutti, ha exhortado a vivir una actitud de franca y abierta amistad social en la que se construya una “cultura del encuentro” [5], capaz de superar las diferencias de puntos de vista que confrontan a las comunidades, para buscar más bien, la complementariedad y el enriquecimiento mutuo.
La Iglesia cumple su misión siguiendo los pasos de Jesús y haciendo suyas sus actitudes (Cfr. Mt 9,35-36); de Él aprendemos la sublime lección de anunciar el Evangelio de la Paz con la confianza puesta en la fuerza transformadora del Amor, pues “para nosotros los creyentes la paz es una Persona, es el Don de amor de Dios por excelencia, es Jesucristo mismo”.
Por ello, estamos hoy presentes con la intención de renovar y mantener un diálogo provechoso, abierto y trasparente con las instituciones, convencidos igualmente de que un Estado capaz de apreciar las propias raíces religiosas, sabiendo aprovechar su riqueza y potencialidad, puede ser más fácilmente inmune a tanta violencia, causada también por el gran vacío en el ámbito de los ideales, porque es precisamente este olvido de Dios, en lugar de su
glorificación, lo que engendra la violencia.
Proponemos continuar construyendo a partir de los principios de solidaridad y subsidiariedad, favoreciendo que prevalezca la ayuda mutua, y caminando animados por la confianza recíproca.
Como constructores de paz: seamos respetuosos y comprensivos; si creemos en Dios, entonces oremos y seamos más agradecidos y caritativos; cambiemos toda actitud que sea perjudicial, realicemos una introspección y trabajemos en nuestros propios errores. Seamos ejemplo de paz, armonía y amor en donde quiera que nos encontremos. Seamos pacientes,
fomentemos la sana convivencia, estemos dispuestos a ser serviciales, a ayudar al que lo necesita.
Estos anhelos y exhortaciones los ponemos en manos de nuestro buen Dios y bajo el amparo de Santa María de Guadalupe, que durante cinco siglos nos ha acompañado y que en su rostro mestizo nos ofrece un mensaje de comunión, que hace posible superar las diferencias a través de la paz y la armonía, animándonos a cuidar en México, “nuestra casita sagrada”.
ANTE LOS RESULTADOS DEL PROCESO ELECTORAL 2021
Ante los hechos políticos y sociales que estamos viviendo en relación con el pasado proceso electoral del 6 de junio, exhorto a todos los fieles de Michoacán a la civilidad política y social, todos estamos llamados a construir nuestra democracia con interés y responsabilidad, y en este momento postelectoral, con respeto.
Ante la próxima transición de gobiernos lo más importante es la respuesta de los ciudadanos, que han confiado en sus candidatos. Este es tiempo de dejar atrás la desconfianza y de hacer un verdadero esfuerzo por lograr la reconciliación y el respeto a las instituciones.
Necesitamos fortalecer la convivencia pacífica, porque cuando ésta se destruye, se causan enormes sufrimientos para todos.
Todos han hecho su esfuerzo en los distintos momentos del proceso y ahora es tiempo de hacernos más sensibles y conscientes de la necesidad de comprometernos juntos, poniendo todo el esfuerzo, para erradicar la corrupción, la ignorancia y las profundas desigualdades sociales que han marcado a nuestros pueblos. Por ello es necesario que los ciudadanos sigamos generando espacios de participación, exigibilidad y vigilancia de nuestra democracia.
Después de este proceso electoral propiciemos una convivencia pacífica y respetuosa, puesto que todos buscamos el progreso, la justicia, el respeto a los derechos humanos y el bien de la Patria. Más allá de las diferencias ideológicas, compartimos un territorio, una historia, unos valores, un destino.
Exhorto a todos los servidores públicos electos a que busquen
siempre el compromiso por el bien común, promoviendo el orden, la justicia, la equidad y la paz.