Diálogos de Vida/Santiago Heyser
“Más de la Doctrina Social como estrategia política y de gobierno.”
Sin duda quisiera heredar a mis hijos un México unido en donde la persona, el ciudadano, fuera el eje de todo y nuestra forma de relacionarnos estuviera basada en principios de solidaridad y subsidiaridad en un entorno de paz y tranquilidad.
En artículos anteriores propuse sustentar las propuestas y compromisos de gobierno para el 2024 en: La Doctrina Social de la Iglesia Católica, reflejada en sus Encíclicas papales; la primera fue la Rerúm Novarum (De las cosas nuevas), promulgada en 1891 por el Papa León XIII, la que inicio una revolución social y económica para sustentar el derecho de todos (en particular de los trabajadores) para tener una vida digna con el fruto de su esfuerzo. A continuación algunas citas, que parece, siguen vigentes después de 130 años… ¡Una vergüenza!:
“2- …los aumentos recientes de la industria y lo nuevos caminos por el que van las artes, el cambio obrado en las relaciones mutuas de amos y jornaleros, el haberse acumulado las riquezas en unos pocos y empobrecido la multitud, la mayor confianza de los obreros en sí mismos, y la unión más estrecha con que unos a otros se han juntado; y finalmente, la corrupción de las costumbres…”
“4- …que tratemos la cuestión de propósito y por completo y de manera que se vean bien los principios que han de dar a esta contienda la solución que demandan la verdad y la justicia.”
“8- …Como quiera que sea, vemos claramente, y en esto convienen todos, que es preciso dar pronto y oportuno auxilio a los hombres de la ínfima clase, puesto que sin merecerlo se halla la mayor parte de ellos en una condición desgraciada o inmerecida.”
Valga destacar de este párrafo, que la Iglesia no considera la pobreza y la situación del trabajador como una virtud, más bien la señala como: “una condición desgraciada e inmerecida”; lo que, por oposición, haría del esfuerzo y de la aspiración de mejorar una virtud; para lo que requeriría de estudios para poder progresar es decir, alcanzar una licenciatura, una maestría o de preferencia un doctorado; cosa que no entiende el Presidente de México.
“Causas del malestar obrero: 9- Pues, destruidos en el pasado siglo los antiguos gremios de obreros, y no habiéndoseles dado en su lugar defensa alguna, por haberse apartado las instituciones y las leyes públicas de la religión de nuestros padres, poco a poco ha sucedido hallarse los obreros entregados, solos e indefensos, por la condición de los tiempos, a la inhumanidad de sus amos y a la desenfrenada codicia de sus competidores. A aumentar el mal, vino la voraz usura: la cual, aunque más de una vez condenada por sentencia de la Iglesia, sigue siempre bajo diversas formas, la misma en su ser; ejercida por hombres avaros y codiciosos. Júntase a ésto que la producción y el comercio de todas las cosas está casi todo en manos de pocos, de tal suerte, que unos cuantos hombres opulentos y riquísimos han puesto sobre la multitud innumerable de proletarios, un yugo que difiere poco del de los esclavos.”
De este párrafo destaco tres reflexiones: A- La explotación del capital (sector patronal de aquel tiempo), B- El abuso de los usureros (banqueros y financieros de aquel tiempo) y C- Que el trabajo subordinado, en la actualidad, tiende a un modelo de esclavitud moderna, como en 1891… Sin duda mucho se ha avanzado, pero no lo suficiente, no cabe duda de que la humanidad pierde día con día una clase media pujante para reemplazarla con más pobres y dependientes, mientras, como en 1891: “…la producción y el comercio de todas las cosas está casi todo en manos de pocos, de tal suerte, que unos cuantos hombres opulentos y riquísimos han puesto sobre la multitud innumerable de proletarios, un yugo que difiere poco del de los esclavos.” Sin duda el neoliberalismo nos ha regresado a la injusta realidad de 1891 en donde pocos eran riquísimos y muchos, muchísimos, son pobres.
Dicho lo anterior, a reserva de continuar con el tema en futuros artículos, es un hecho de que, en un sistema democrático en donde cada voto vale lo mismo, la mayoría de votos serán de pobres, al vivir dentro de un modelo injusto e inmoral de acumulación sin límite de la riqueza en pocas manos, lo que traerá como resultado electoral el triunfo de aquellos gobiernen bien de manera justa y con oportunidades para todos (que es mi propuesta), o, de aquellos que abanderen en el discurso, aunque sea mentira, las causas de los desposeídos y fomenten una lucha de clases que como resultado dará gobernantes populista cuya estrategia, al no sustentar su propuesta en un trabajo justo y el desarrollo social sustentado en el esfuerzo colectivo y al no fincar las bases para el desarrollo económico premiando el esfuerzo y el emprendedurismo, su política se fincará, en: A- Hacer a todos pobres masificando a la población para no generar envidias (como en Venezuela), o B- Quitarle al que trabaja para darle a la masa electora que sostiene a dicho gobierno… ¿No me crees estimado lector?: ¡Mira el resultado electoral en México y en Perú!… Así de sencillo.
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán