Sorpresiva, selección de corto mexicano en Festival de Cannes
MORELIA, Mich., 7 de junio de 2021.- Fue algo sorpresivo pero también es una alegría, porque el corto no se ha visto fuera de México, señaló el director de cine Mariano Rentería, con respecto a la selección de su cortometraje Un rostro cubierto de besos, que será parte de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes este año.
El director moreliano señaló que por situaciones de la pandemia, no pudieron mover este corto más allá de México, por lo que es una alegría muy grande que el trabajo pueda verse por primera vez fuera de México. Pero también le emociona, dijo, que este festival sea diferente a otros, porque solamente dos veces en la historia de este festival se ha cancelado.
Un rostro cubierto de besos, fue pensado hace unos cinco años tal vez, expuso a Quadratín, y fue pensado como un corto documental que quería bordar la maternidad dentro de la prostitución, "quería hacer un retrato con mujeres que se dedicaban a esto, un retrato muy directo del mundo en el que estas mujeres tienen que vivir como dobles vidas quizás, por un lado el mundo de la maternidad, el mundo de su vida privada, y luego está el mundo de la vida laboral, el cual es muy difícil, sobre todo en Michoacán, es opresivo, no deja salir, quise hablar de esa dualidad", expresó.
Después de mucho tiempo en preproducción, de estar entrevistando a algunas mujeres y tener contacto, dijo, de entrar a este universo para poder retratarlo y adaptarse, era entrar a un mundo donde todo estaba regido o comercializado por hombres y mujeres que trabajan como proxenetas o como madrotas, refirió.
Ya en ese proceso, fue un poco complicado terminar de hacer el corto por cuestiones de seguridad, expresó, y eso lo obligó a revaluar las condiciones, hacerlo o no hacerlo, y al final decidió no hacerlo por no poner en riesgo a las mujeres que aparecían ahí, y al propio equipo de trabajo.
Entonces surgió la idea de convertirlo en un corto de ficción, sin alterar las experiencias que fueron contadas; "todas las anécdotas que yo recopilé en torno a la prostitución en Michoacán, en Morelia específicamente, fueron trasladadas a un guión de ficción, el cual yo no desarrollé de manera dramática, sino que quise adaptarlo por mucho al retrato y a la mera experiencia que me fue contada en el proceso", dijo.
En este sentido, el director expresó que realmente el cortometraje no tiene una parte de él tan meticulosa y tan procesada de la información; quiso mantenerse en ese lado directo.
El cortometraje, dijo, básicamente trata sobre el día de una sexoservidora en la calle, en el centro de Morelia, y retrata el mundo, los peligros, los riesgos que vive esa noche para después llegar a su casa y descubrir una parte de ella que quizás es paralela a lo que se ve previamente en el corto; "la idea era mostrar justamente estos dos universos, que a veces mucha gente vive, tanto en sus trabajos como en la vida privada, las diferentes máscaras que tenemos que usar, o que ellas tienen que usar para estar en este mundo".
Paralelamente, dijo, esto quizá tenga que ver un poco con lo que vio en el proceso del documental, que era, si bien mujeres que entendían a lo que se dedicaban, como un trabajo como tal, descubrió en el proceso que es un trabajo que, en muchos casos aparenta ser elegido, no siempre es el caso, porque hay muchos elementos alrededor que no permiten salir de ese trabajo, de ese mundo.