Una vida exitosa/Gerardo A. Herrera Pérez
En la implementación del Programa Cohesión Social Apatzingán, desarrollado por quien esto escribe y con el apoyo siempre generoso de Stephanie Medina Domínguez, presidenta de la Organización Por amor a mi tierra Apatzingán OBC; entre ambos generamos las sinergias que nos permitieron trabajar en gobernanza con las organizaciones de la sociedad civil, los grupos en condición de vulnerabilidad, viviendo en precariedad, instituciones de los tres órdenes de gobierno, y además con miembros de la ciudadanía independientes, pero con deseos de transformar sus comunidades.
En el trabajo fue importante promover y rescatar la confianza, la identidad y pertenencia a sus grupos sociales, de la conformación de los valores comunales, pero con mayor énfasis en la convivencia que impulsamos a migrar a la fraternidad y finalmente a la participación social.
En estos tiempos logramos a través de acciones presenciales y de las plataformas digitales que nos ayudó la maestra Brenda Osornio, trabajar en un modelo de entender la comunidad como base social a la sociedad mundial, la globalización; la cohesión social a partir de reconocer la más amplia participación democrática; pero igualmente de brindar los elementos para advertir la transferencia del desarrollo económico, al desarrollo humano.
En todas estas tareas los docentes y autoridades educativas nos ayudaron de manera generosa la maestra: Maillet, América, y otras personas más. En esta ocasión quiero referirme a la maestra CRUZ ESTELA UÑEZ GUZMAN, decana entre muchas decenas de directores de educación secundaria generales, técnicas y telesecundarias.
Hoy la maestra Núñez Guzmán dejo de existir en este plano terrenal, pero trasciende al plano espiritual y de energía; tenemos una inmensa gratitud por ella, mujer empecinada en su proyecto educativo, supo adelantarse a su tiempo y promover con puntualidad los cuatro pilares de la educación; ella, nos permitió trabajar en la secundaria donde fue directora y abrió las puertas para trabajar cuestiones de derechos sexuales y derechos reproductivos; nos permitió avanzar en compartir con los alumnos en sus derechos humanos y libertades; el trabajar en los derechos de los adolescentes y los jóvenes.
La maestra Estelita, como era conocida, trabajo al unísono que su personal con los pilares de la educación del siglo XXI: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir juntos, aprender a ser. La maestra Estelita, también trabajo en el proyecto de una educación holística, ella, privilegiaba el diálogo y reconocía en alteridad a sus maestros y alumnos y alumnas de la escuela.
Muchas décadas de su vida las dedico a la región de Apatzingán, muchas décadas fueron para el servicio de la educación en Michoacán. Estelita, es hoy luz, una llama ardiente de sabiduría y conocimiento, Estelita estará en el corazón de muchos de los docentes y alumnos, Estelita es ya energía para los seres vivos, dejos su unicidad de la naturaleza como ser vivo, ahora es energía y será nuevamente unicidad, pero como elemento de la naturaleza. Es decir, no perdimos a Estelita, la llevaremos todos y todas en esa relación que tenemos como seres vivos y seres abióticos.
Me quedo con la última conversación que tuve con ella, antes de iniciar la pandemia, donde me comentaba, que: “si volviera a nacer, seria maestra de rancho, porque dijo ahí tuve las más amplias satisfacciones”, “soy comprometida con los alumnos y alumnas, deseo su superación, pero también deseo la superación de los padres de familia y de los docentes, de no ser asi, esto no avanzara”, “quiero que algún día, nos encontremos docentes, alumnos y directivos y recatemos de los comentarios de sus evaluaciones lo que fuimos para sus vidas, un docente marca la vida al alumno, de ahí nuestro compromiso ético y moral”, “la educación de hoy debe atender más a lo que digan los alumnos, alumnas, sabe doctor, ellos, saben mucho, pero no les hacemos caso”.
Descanse en paz mi maestra, porque sin duda alguna, la maestra de Michoacán, la maestra Estelita, es académicamente de todos y todas.