Política y Politiquería/Lucero Pacheco
Eso de que Morena es un partido de mujeres, es un decir, el presidente ha fallado en escuchar el mensaje; hoy que sus candidatos van tras el voto de este sector, se pueden topar con el rechazo.
En lo que va de la presente administración del Gobierno Federal se acumuló indignación por la violencia de género, aunado a un relevo generacional y la decepción por una paridad simulada. A un mes de las elecciones, la cuestión ahora es que esos agravios se trasladarán al terreno electoral, con el llamado a las mujeres a romper con la misoginia del presidente y la que representa su partido.
Es iluso pensar que quitando al candidato violador de Guerrero, apagarían las voces de las mujeres. No fue así, porque el agravio no antecede a una candidatura, se oculta en la indiferencia de un personaje que representa el machismo mexicano, ese que es capaz de encumbrar una paridad simulada.
Las mujeres simplemente no tienen cabida en el Movimiento de Regenacional Nacional, los agravios están presentes por donde se le busque, desde el nivel federal hasta el local. Apuestan a una paridad simulada, pero sin real ejercicio de poder. La sumisión de las mujeres del gobierno federal al macho alfa de Palacio es contraria a un movimiento progresista (si es que Morena quiso realmente ser tal cosa)
El miedo a perder las elecciones del 6 de junio comienza a sentirse en el primer circulo del presidente y de su partido, Morena. Y en se temor se deslizan los compromisos de campaña; de prometer lo imposible por encima de lo creíble.
Hoy, que estamos a un mes de la elección, los equipos de los candidatos y candidatas a puestos de elección comenzarán a redoblar los esfuerzos, son semanas decisivas para ellas y ellos, y harán de todo, incluso prometer algo que ni el presidente ha hecho, acabar con todo tipo de violencia contra las mujeres.
No solo es el agravio a la causa feminista. El daño es más profundo, así que no permita que les vendan espejitos las y los candidatas y candidatos de Morena, el presidente no actúa solo, tiene cómplices, hoy gracias a este partido se han perdido empleos, y más allá, se ha dejado sin apoyo a madres solteras y jefas de familia, medicamentos y suministro a niñas y niños con cáncer, apoyos a los micro, pequeñas y medianas empresas, al deporte, compromisos con el medio ambiente, que van desde el combate a incendios hasta prevención y un largo etcétera.
Esos son temas con los que los candidatos de Morena no podrán, simplemente porque en el Gobierno Federal no existen. El voto de castigo pues, será para Morena. Y las mujeres llevan mano en eso.
EN PROSPECTIVA:
La cereza en el pastel: la oposición que creían desfigurada, invisible, quizá no lo sea tanto. La unión de las fuerzas políticas –PAN, PRI y PRD– es rentable, capaz de comerse a una Morena debilitada, peleada entre sí, por el padrón, por la dirigencia, las denuncias en contra de unos y otros, por las encuestas, y ahora por las impugnaciones.
Imperativo actuar, antes de que México sea pasto en llamas.
A Tiempo