Sapiratiecha juriakua/Gerardo A. Herrera Pérez
Que importante poder conmemorar el Día Sapiratiecha juriakua (Día de los niños), nombre que recibe en Purépecha, esta fecha importante para las y los niños, aquí en Michoacán y en todo México.
Porque resignificar el contenido del día del niño con un nombre Purépecha, por la importancia de la interseccionalidad , y es que nos debe de quedar claro que no hay una homogeneidad del concepto de niños o niñas, que es tan diverso, tanto como pensar en niños o niñas originarios, afrodescendientes o afromexicanos, con discapacidad, viviendo la primera infancia o como niñez, con una enfermedad crónica degenerativa o infecto contagiosa, niños viviendo en condición de vulnerabilidad, de precariedad o en pobreza y en hambre.
Desde luego que no es lo mismo decir niño, sin pensar las grandes necesidades en las que vivimos en el día a día en México, muchos millos de infantes con problemas cotidianos.
Pero este día como cualquier otro, tiene que ser de felicidad para las y los niños, debe ser de atención y formación para ellos, desde lo que podemos hacer los padres, las madres, los abuelitos, los tíos y las tías, pero también lo que pueden hacer los docentes, pero de igual manera los padrinos. Esto es con los niños y las niñas tenemos que aplicar la máxima “el interés superior de la niñez”.
Hoy los padrinos, como en el caso de Pedro Cantú, me comentaba en Uruapan, que su ahijado el pequeño Dylan Oreti, con nombre Purépecha, fue el primogénito, es decir, el principal; Oreti es un niño que crece a la luz de las enseñanzas de sus padres y su padrino, ellos le comparten el amor a la naturaleza, el respeto a la vida animal, a las plantas y a los seres humanos. Le comparten ese contacto con la naturaleza y el agua, el aire, la tierra y la luz que nos da el sol.
Oreti cada ocasión que va al Parque Urbano Ecológico de Uruapan, persigue a los pequeños insectos que atraviesan su humanidad, él también quiere volar; pregunta a sus mayores sobre el porqué de las cosas, su necesidad de saber lo que le rodea y descubre día a día el mundo. Se asoma al agua y ve los pececillos e intenta saber porque ellos pueden estar dentro del agua, también le gusta disfrutar del juego con lo que le rodea y le provee la Madre Naturaleza.
Oreti como los demás niños y niñas constituyen un gran compromiso para las y los adultos, necesitamos seguir trabajando bajo enfoques de integralidad y sostenibilidad, necesitamos dejar fortalecido el planeta Tierra y la Naturaleza para que ellos y ellas puedan disfrutar de lo mucho que hemos destruido la humanidad. Por lo pronto cientos de niños en aquel parque y en otros muchos parques de Uruapan, Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Zitácuaro, Morelia, han salido a disfrutar de un día en compañía de sus amigos, amigas y de las familias michoacanas.
Desde otras organizaciones como: Ángel de corazón porque me nace ayudar, A.C., Grupo de Facto Diversidad Sexual en Michoacán, o la Fundación El Sol, se trabaja en estas fechas para fortalecer la acción de respeto, cuidado, comprensión y atención a las y los niños. Siempre agradecido por quienes apoyan, y generan sinergias para establecer los diálogos horizontales, de complementariedad, de alteridad, intercomunicación, tolerancia y respeto, siempre en una condición de ecología de los saberes, porque ellos también tienen saberes que aportar. Por ello, en este día les deseamos felicidad completa, siempre.