Para enfrentar desafíos se requieren principios de Don Vasco
MORELIA, Mich., 12 de marzo de 2021.- Para los nicolaitas, la herencia mayor de Vasco de Quiroga se resume en el humanismo y en la utopía como convicción de que la educación es la piedra angular para lograr un futuro mejor, aseguró Ricardo Romo de Vivar Mercadillo, director de la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
De acuerdo con un comunicado, durante la ceremonia del CDLVI Aniversario Luctuoso de Don Vasco de Quiroga, realizada esta mañana en la Escuela Preparatoria “Ing. Pascual Ortiz Rubio”, donde estuvo presente el rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Raúl Cárdenas Navarro, el Secretario General, Pedro Mata Vázquez, y la directora de esta preparatoria María del Rosario Cortés Zavala, así como funcionarios de la administración central, el orador oficial expuso que la utopía quiroguiana sea hace realidad con trabajo y dedicación.
Sostuvo que ante los desafíos que nos presentan las actuales circunstancias en las que vivimos, requieren que refrendemos los principios humanistas de Don Vasco de Quiroga, quien se entregó a la búsqueda de la plenitud del ser humano y al mejoramiento de las estructuras sociales.
Vasco de Quiroga desplegó una labor de promoción humana integral, centrada en los principios cristianos, además, supo crear las condiciones para que las personas, en un ambiente propicio, lograran perfeccionar sus capacidades individuales, a través del trabajo honesto, creativo y organizado, visto como un medio de significación humana y no de explotación.
Lo anterior, se proyectó en una profunda transformación social y en la creación de nuevas formas de convivencia en las que se reconocieron las virtudes propias de los grupos sociales, promoviendo un desarrollo pacífico y armónico de la sociedad.
El orador refirió que tras ser enviado por la reina Isabel de Castilla, en 1530 a México, como oidor de la segunda audiencia de Nueva España, Don Vasco de Quiroga se convirtió en promotor del desarrollo indígena, fundó la ciudad de Pátzcuaro, así como una red de pueblos y comunidades autosuficientes que actualmente se encuentran en Paracho, Quiroga, Tzintzuntzan y Santa Clara del Cobre.
Asimismo, mostró especial preocupación por consolidar la incipiente institución educativa, gracias a sus negociaciones, el 1 de mayo de 1543, Carlos V expidió una cédula real en la que aceptaba asumir el patronazgo del Real Colegio de San Nicolás de Obispo, antecedente directo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.