El ser humano y sus dimensiones/Gerardo A. Herrera Pérez
Siempre que tengo la oportunidad de trabajar con grupos en condiciones de vulnerabilidad o de precariedad, incluidas minorías religiosas, personas que forman parte de sindicatos de la industria de la construcción, de trabajadoras domésticas, en género adultos mayores, trato de incorporar un eje de análisis sobre qué es el ser humano, la persona, el ciudadano, el sujeto social subjetivado y porque la importancia de reflexionar sobre la dignidad humana; incluso me parece importante mencionar la posición de Antonio Gramsci sobre lo que es el hombre como individuo, colectivo y como naturaleza.
Pero igualmente habló acerca de las dimensiones humanas, es decir, de las distintas esferas de existencia de la vida humana, pero que podemos detonar en un mayor o menor grado, todo depende de los interés y necesidades de cada persona. El conjunto de estas dimensiones conforman la complejidad del ser humano, y esto se debe cuando se plantea la diferencia entre los humanos y los animales, y es que los humanos tenemos un vasta posibilidad de búsqueda de diferentes expresiones y cada una de las perspectivas del ser humano es desarrollada de conformidad con los intereses de cada humano en razón de tu tiempo, espacio, lugar, historia, cultura, y usos y costumbres. Todas estas dimensiones el ser humano las tiene.
El holismo nos ayuda a la comprensión de la complejidad del ser humano, y que adicionalmente ayudados de la educación y la psicología entre otras disciplinas, comprendemos aspectos fundamentales de cómo se organiza el ser humano, cómo opera sus interacciones, cómo defines prioridades y otros elementos que son de interés y fundamentales.En la búsqueda teórica sobre las dimensiones del ser humano encontramos un estado del arte que nos ayuda a entender que cada autor, cada teórico puede presentar tres, cuatro, cinco, y hasta ocho dimensiones distintas, dependiendo de cuantas capas diferentes de la existencia humana se tomen en consideración. Por ello, comentaré algunas de las dimensiones que podrían conformar, entre otras, la complejidad del ser humano, del hombre.
Dimensión biológica o física del ser humano. En esta dimensión se contempla al ser vivo, al ser viviente, al ente biológico que requiere de satisfacer sus necesidades como el hambre, la sed, el techo, o bien su instinto de reproducción o disfrute del cuerpo. El cuerpo del ser humano requiere de cuidados, atenciones toda vez que puede enfermar, por ello, el cuerpo requiere de alimentación, descanso, actividad física, higiene, desarrollo sexual y reproductivo.
Por otro lado será la dimensión social o sociopolítica del ser humano, la que nos permita ver sus interacciones como persona respondiendo a los derechos y obligaciones para el respeto del otro; los seres humanos no solo individuales, sino colectivos y como género humano planetarios. En esta dimensión social está inserta las relaciones entre las personas, la construcción de familia, de comunidad, de organización para la participación social. En este sentido es importante señalar la importancia de la otredad con la que se comunica el ser humano, que puede ser otro ser humano, pero también puede ser un animal o una planta y en ello tendrá que privilegiar el respeto a los seres vivos.
Dimensión emocional o afectiva del ser humano, incorpora todas aquellas emociones y sentimientos, los afectos y otras pulsiones corporales como el ejercicio de la sexualidad cuando dos cuerpos se aman. Son las emociones y sus expresiones para con el otro, lo que nos permite vincularnos en el mundo, recordando que el mundo es un constructo del hombre según Hannah Arendt. Las emociones y los afecto son indispensable para mantener tranquilidad y bienestar en nuestro cuerpo, la actitud de una persona proactiva permite mejorar las condiciones de vida en sociedad; y es que un individuo frustrado tendrá dificultades para llevar a cabo tareas, que sin las frustraciones las podría realizar de manera exitosa.
Cuando una persona, encuentra la interacción con su otro par, o bien con la otredad, nos damos cuenta de la felicidad que lo embarga, sobre todo en las etapas formativas de la niñez y la adolescencia, desafortunadamente, estas etapas no tienen siempre la debida atención, por lo que es importante cuidarlas y protegerlas.
Otra de las dimensiones importantes es la cognitiva o intelectual, en ella el constructo lingüístico o la comunicación, nos distingue de los animales, es justamente la capacidad de razonaiento, la deducción, la comprensión profunda de la realidad circundante, y la posibilidad de usar la creatividad, el talento tan importante para diseñar las probables soluciones, a ello le llamamos inteligencia o la razón. Hoy nuestro marco legal habla acerca del pensamiento crítico, de aquel pensamiento que permite mantener la autonomía y libertad frente a la toma de decisiones, sin que se pueda alienar el pensamiento por los procesos mediáticos y de mercado.
La vida intelectual del ser humano es la que tienen que ver con su formación inteletual, su razonamiento y el manejo de sus experiencias que se convierten en sabiduría, lo que le ha permitido permanecer en esta existencia. Lo que debemos evitar es mantener un pensamiento instrumental, es decir, la mente como instrumento para someter, controlar y dominar a otras personas, mujer y hombres, como lo que hace el patriarcado.
Otra de las dimensiones es la espiritual o moral del ser humano, aquí se incrustan las cuestiones axiológicas, éticas, morales y deontológicas del ser humano, lo que le permite como expresa Emanuel Kant al ser humano tomar decisiones en libertad, en autonomía en respeto a la dignidad del otro; en su toma de decisiones en sentido del bien o del mal.
Pero qué es el bien o el mal?, qué es vivir una buena vida sin hacer el mal, y realizando acciones siempre buenas?, cual es la responsabilidad del ser humano en el ejercicio de su pensamiento?. Muchos han querido contestar estas preguntas para atender un mundo con un buen vivir, han propuesto diversos mecanismos, códigos, incluso dogmas.
La dimensión tridimensional del ser humano, al ser individual, irrepetible, pero también el ser social que cumple sus funciones de conformidad con las responsabilidades sociales que le tocan, pero siempre disfrutando de las libertades, y al ser género humano, el ser planetario, al tener una misma hermandad.
Pero igualmente el ser humano tiene una dimensión de libertad, el ser humano al tener solo derechos podrá disfrutar de su libertad para transitar, discernir, expresarse, reunirse, manifestarse, elegir, entre otras libertades.
Todas las dimensiones del ser humano se conectan con el otro que no es humano, el animal, la planta, y con todo aquello que nos permite la vida: la espiritualidad que es el respeto al agua, a la tierra, al aire, la luz, la naturaleza.La espiritualidad es respeto, no es dogma, es el ejercicio de poder ser parte del cosmos, es buscar un lugar en el orden de las cosas, algo que no es posible hallar a través de la vida cognitiva o la vida social únicamente, por las cuestiones ideológicas (machismos, misoginia, racismo, clasismo, sexismo, xenofobia, homofobia y otras). A su manera el arte aspira también a responder estas cuestiones, a través de un lenguaje propio y complejo: la pintura, la música, la literatura, la escultura, la búsqueda de los ejercicios estéticos.